Alberto Bernárdez Calvo (Caldelas de Tui) se ha anticipado a Papá Noel y a los Reyes Magos a tan solo unos días de la Navidad: ha repartido regalos en la urbe en forma de doce cupones premiados con 25.000 euros cada uno en el sorteo del Cuponazo de la ONCE del pasado viernes, que ha dejado, en total, 300.000 euros en la ciudad. Los despachó en su puesto habitual desde hace 10 años, en la puerta principal de El Corte Inglés, en la céntrica calle Gran Vía. A sus 45 años, acumula dos décadas de experiencia en esta labor en tres lugares del territorio nacional: Mallorca, Madrid y Vigo. En un hueco entre cliente y cliente, atendió en la mañana de ayer a FARO en una jornada repleta de felicitaciones y sonrisas escondidas tras la mascarilla.
–¿Cómo se siente al saber que le ha dado suerte a tanta gente de la ciudad?
–Estoy muy contento, muy feliz de haber entregado premios a clientes que son fieles. Repartir tanto dinero en un momento tan complicado como este, con tantas dificultades económicas, es una gran alegría. Hace mucha más falta que nunca; hay muchísimas personas que están pasando por una situación muy delicada desde hace muchos meses por culpa de la pandemia del COVID.
–¿Sabe ya quiénes son los agraciados?
–Sé de unos cuantos: los que han pasado por aquí en lo que va de día. Son, sobre todo, personas mayores y trabajadores. Uno de ellos tiene un negocio de hostelería, necesita muchísimo el dinero para poder recuperarse de la situación que padece el sector, que, como todos sabemos, es realmente grave por los cierres y las restricciones. Es genial poder aportar un grano de arena a gente que no pasa por buenos momentos por los efectos de la crisis económica y sanitaria. Me alegra muchísimo.
–¿Había repartido premios tan cuantiosos en alguna otra ocasión en Vigo o en otro lugar?
–En Vigo, no, esta es la cifra más alta; sí había entregado varios premios de 500 y 1.000 euros, pero jamás de tanto como 300.000 euros. En Madrid, sí: hace años, vendí un total de 10 cupones premiados con 33.000 euros cada uno.
–¿Y le corresponde parte de la cuantía económica que recibirán los afortunados?
–No, no recibimos nada de nada; estaría bien que nos correspondiese una parte, como ocurre con las administraciones de lotería, sería un gran detalle y lo agradeceríamos un montón. Es cierto que, en ocasiones anteriores, ha habido afortunados que consideraron regalarme algún detalle por haberles vendido el cupón premiado; de momento, por el sorteo del viernes, no, pero todavía es pronto. Cobrarán el premio en los próximos días.
–¿Cuánto tiempo lleva como vendedor de la ONCE en Vigo?
–Unos 15 años. Durante la primera etapa estuve en la calle Ecuador. Desde hace 10 años, tras la jubilación de un compañero, estoy en la entrada de El Corte Inglés, aunque, a veces, subo hasta la puerta de personal, en Ecuador, cuando se hace el cambio de turno de los empleados del hipermercado. En mis inicios, me tuve que ir a Mallorca, donde estuve casi tres años, y, después, a Madrid, donde pasé dos, porque no había plaza de vendedor aquí.
–El COVID-19 ha provocado una caída de la actividad en la mayor parte de los sectores. Entiendo que en el suyo ha ocurrido lo mismo.
–Sí, la actividad ha caído bastante. Se vende mucho menos que antes de la pandemia, en torno a un 30%. En diciembre, con la Navidad a la vuelta de la esquina, la gente se está animando más. Los meses anteriores fueron muy duros. Ya no digamos el tiempo que no pudimos trabajar al estar todos confinados.
