Una trabajadora del Sergas, M.J.O.A., acusada de un delito de revelación de secretos por acceder al historial clínico de su hija supuestamente sin su consentimiento, volverá a sentarse en el banquillo el próximo viernes para ser juzgada nuevamente por estos hechos, ya que la sentencia absolutoria de primera instancia fue anulada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que ordenó repetir la vista.

Estos hechos fueron juzgados en febrero de 2019 por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, que la absolvió. Sin embargo, meses después el TSXG revocó la sentencia y ordenó repetir el juicio. Según el alto tribunal gallego, el proceder de la Audiencia vulneró "flagrantemente las reglas de la distribución de la carga de la prueba y los parámetros de su valoración, entre los que se encuentran el de racionalidad probatoria y el de acatamiento de las máximas de experiencia". Así, señaló que la "necesaria explicación razonada" del tribunal provincial "brilló por su ausencia, seguramente porque no se produjo tal versión exculpatoria o porque la que fue tenida por tal (la acusada se limitó a afirmar que los accesos fueron consentidos por la víctima) se agota en sí misma".

Entre otras consideraciones, el TSXG señaló que se produjo un "error en la valoración de la prueba" y que la Audiencia no tuvo en cuenta que "la propia presunción de inocencia de la acusada en absoluto obliga a dar por sentada la veracidad de sus afirmaciones". Asimismo, censuró que ese tribunal "orilló por completo al menos una corroboración periférica significativa de carácter objetivo de la declaración de la víctima" como es "la constatable falta de correspondencia entre el considerable número de accesos realizados por la acusada a la historia clínica electrónica de su hija y las puntuales asistencias médicas que esta requirió del Sergas".

Argumentos del fiscal

La Fiscalía pide 4 años de prisión, 9 de inhabilitación y una multa de 7.200 euros para esta trabajadora del Sergas, a la que considera autora de un delito continuado de revelación de secretos por haber accedido en más de un centenar de ocasiones a la historia clínica de su hija sin el consentimiento ni conocimiento de ésta.

Según el escrito de acusación, la mujer se aprovechó de su trabajo en el departamento de Admisión del antiguo Hospital Xeral de Vigo y, entre junio del 2012 y abril de 2014, accedió (utilizando su clave en el sistema IANUS) en más de 100 ocasiones a la historia clínica electrónica de su hija.

La hija, mayor de edad, no había consentido de forma expresa esas consultas, ni había una justificación asistencial para explicar esos accesos a la historia clínica. Así, la Fiscalía sostiene que la madre actuó "con el ánimo de invadir la esfera más personal e íntima de su hija, así como tomar conocimiento de hechos o circunstancias relativas a su estado de salud, tratamientos médicos, asistencias facultativas y demás datos relacionados con su salud, que nunca le habían sido comunicados por su hija con anterioridad".

El ministerio público considera, no obstante, que no ha quedado acreditado que la acusada divulgase entre terceras personas los datos médicos relativos a la salud de su hija.