Si en las Navidades de 2019 los "selfies" se los llevaba de calle la gran noria y el árbol gigante instalado en Porta do Sol, en 2020 el relevo se lo toma la rampa cubierta de Gran Vía. Eso sí, con una diferencia considerable: las cintas mecánicas inauguradas la semana pasada por el Concello han llegado para quedarse. El alcalde, Abel Caballero, destacó esta mañana el éxito del dispositivo, por el que ya han paseado —asegura— "decenas y decenas de miles" de personas

“Vigo acaba de descubrir que hay un bulevar maravilloso. Pasaron más personas por el bulevar desde que se inauguraron las rampas, hace unos días, que en toda la historia de la ciudad. Es una revolución”, destacó el primer edil. No todo son felicitaciones, sin embargo. Caballero insistió en la necesidad de retirar la escultura de Los Rederos en la confluencia de Gran Vía con Urzáiz y trasladarla a Isaac Peral. La razón, explicó, es que limita la movilidad de los transeúntes, lo que se ha convertido en un “problemón” al aumentar la afluencia por el bulevar.

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Las rampas de Gran Vía, el objetivo de turistas FdV

"La escultura no está hecho para ese sitio. Y tampoco hecha está que no hay aceras al lado, solo dos mínimas. Ahora se producen aglomeraciones y atascos porque la gente quiere subir por las rampas. Estoy pensando que a lo mejor tengo que vallar Los Rederos. Dentro de la rampa fue todo maravillosamente bien, se mantienen las distancias; donde se produce la aglomeración es en Los Rederos, lo que Feijóo no nos dejó cambiar. Ya sabíamos que iba a pasar algo así”, censuró. “No es el sitio de esa escultura y ahora se ve claramente. Ahora vas caminando por allí y al lado ves un desnivel con agua. Hay aglomeraciones en tiempos COVID ¿Qué hacemos? ¿Vallamos la escultura? ¿Es lo que quiere Feijóo?”, recalcó el regidor antes de incidir en que la escultura debe trasladarse a la glorieta de Isaac Peral, “un sitio importante de la ciudad”. “Esa es la propuesta que hicimos y Feijóo no nos dejó quitarla”.