A fuerza de años y años de villancicos, selfies ante el gran árbol de Porta do Sol y compras a la luz de millones de bombillas LED, Conchi y Merchi Villar se han vuelto –lo reconocen ellas mismas– “asiduas” a la ceremonia del encendido del alumbrado de Navidad. Como para miles de vigueses el acto que protagoniza cada año el alcalde a los pies del Sireno se ha convertido en el pistoletazo de salida de las fiestas, más poderoso incluso que el canturreo de los niños de San Ildefonso cada 22 de diciembre.

Ayer las hermanas Villar –igual que muchos otros vigueses– querrían haber cumplido con el ritual: seguir el encendido que capitaneó Abel Caballero a las ocho de la tarde en Policarpo Sanz. Y lo habrían hecho si el COVID-19, que desde marzo ha dejado a la ciudad sin Reconquista, O Marisquiño, el Vigo SeaFest o los grandes conciertos de verano, entre otras fiestas, no se hubiese cruzado en el camino.

Las restricciones impuestas por el Gobierno para evitar contagios obligaron a Conchi y Merchi a cambiar sus planes de cada año: se pusieron las mascarillas, se acercaron al cruce de Policarpo Sanz con García Barbón y desde allí, a una distancia prudencia y evitando aglomeraciones, siguieron el encendido de las luces de Navidad. Lo que no alcanzaban a ver o a escuchar por megafonía lo captaban a través de sus móviles gracias a la retransmisión en streaming emitida por el Concello. "No es lo mismo, claro. Falta el acercamiento, la vibración... Pero bueno; se echaban de menos las luces”, comenta Conchi. Minutos después de que Caballero hubiese presionado el botón que activa las 10 millones de bombillas LED desplegadas por 350 calles, las hermanas ya estaba compartiendo fotos vía WhatsApp con amigos de otras ciudades... Una forma distinta de dar visibilidad a la Navidad.

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La Navidad ya brilla en Vigo R.C.

Como las hermanas Villar, la mayoría de vigueses optaron ayer por hacer suyas las recomendaciones del Ayuntamiento y seguir el encendido de las luces desde la distancia, evitando las multitudes. Desde sus casas, vía streaming, o con paseos por Príncipe, García Barbón, Policarpo Sanz o Gran Vía cuando ya se habían encendido el alumbrado. No hubo aglomeraciones. Ni largas colas. Ni la marea humana que en 2019 tomó Porta do Sol.

Bajo la consigna de unas Navidades “mil por cien seguras”, el Concello organizó una ceremonia de encendido en la que se extremó la seguridad: además del alcalde, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el delegado de Zona Franca, David Regades; y los concejales, al acto solo asistieron medio centenar de representantes de colectivos, como asociaciones de vecinos, de hosteleros, comerciantes o instituciones culturales. El público se completaba con medios –locales, regionales y estatales– que cubrieron el acto. No había margen tampoco para más asistentes. En un intento por blindar la seguridad el Concello restringió el acceso a la zona, por donde únicamente podían pasar personas acreditadas, vecinos o usuarios de los garajes.

“En esta calle caben 3.000 personas, pero hay solo 75”, explicó el alcalde, que aprovechó su discurso para recalcar la importancia de respetar las medidas de seguridad durante todas las Navidades. Él mismo optó por intervenir manteniendo la distancia de seguridad con el resto de ediles y sin quitarse la mascarilla. “Esta Navidad va a ser distinta, pero tiene que haber ilusión”.

Abel Caballero: "La Navidad arranca en el planeta aquí, en Vigo, en esta ciudad. El alcalde de Nueva York nos sigue por streaming"

Aunque el clima, el contexto y desde luego las estampas poco tuvieron que ver con los de otros años, no todo fue distinto durante el encendido. Se repitió la cuenta atrás para activar el gran árbol, que este año luce en Policarpo Sanz. Y, sobre todo, se mantuvo el tono enérgico de otros años. “La Navidad arranca en el planeta aquí, en Vigo, en esta ciudad. El alcalde de Nueva York nos sigue por streaming”, bromeó Caballero. Si en algo puso el acento el alcalde sin embargo fue en la palabra “ilusión”, que recalcó varias veces. “Esta tiene que ser la Navidad de la ilusión, la de los niños y niñas. Hemos sufrido mucho, pero ellos más”, anotó.

Parte de su mensaje se dirigió al comercio, la hostelería y una economía que, reconoció el primer edil, ha resultado “dañada” por el COVID. “Recuperaremos nuestra forma de hacer la Navidad. Iremos a las casas de todos los ciudadanos de España. Queremos luz, color y entusiasmo”, garantizó: “Hay horizonte con la vacuna; tenemos que seguir guardado la situación” .

Ante él estaban representantes de buena parte de las asociaciones de comerciantes y hosteleros de la ciudad, algunos incluso con mascarillas en las que lucían mensajes de apoyo a la restauración. Entre quienes siguieron el encendido en los asientos reservados de Policarpo Sanz estaba por ejemplo César Sánchez-Ballesteros, presidente de Feprohos y Asehospo. “El COVID-19 pasará, pero las luces quedarán. En la hostelería no tenemos grandes expectativas, pero hay que mantener la ilusión, es importante”.

“Vamos a poner todos nuestros esfuerzos. El comercio notará las luces”, apuntaba Encarna Álvarez, responsable de la asociación de comerciantes de O Calvario: “Nuestro sector es vulnerable, pero estamos con buen ánimo”. “Es un año raro para todos, para los negocios, las asociaciones... Pero las luces animan, la verdad, sobre todo a los más pequeños”, concuerda Juan Figueroa, de la asociación Agarimo, otro de los invitados al acto.

“Este año las luces se celebran de diferente forma. Lo deseable es que se note la Navidad, por los vecinos, los niños, el comercio...”, coinciden Manuel Costas, de la asociación vecinal de Matamá; Eduardo Comesaña, del centro cultural de Cabral; y Enrique Lorenzo, de Acopovi, quien recuerda también la importancia de la música, otro de los ingredientes clave, junto con la luz, del gran árbol instalado por el Concello en Policarpo Sanz.

Beatriz, Lía y Juan: “Es precioso, se nota ya la Navidad. Este año necesitamos más ilusión que nunca

El encendido del alumbrado marca el inicio oficial de la Navidad –como señaló el alcalde– y convierte las calles de Vigo en un gran photocall. Entre los vecinos que ayer se paseaban por el centro para disfrutar del espectáculo se contaban Beatriz, Lía y Juan. “Es precioso, se nota ya la Navidad. Este año necesitamos más ilusión que nunca”, comentaban a última hora de la tarde mientras veían de lejos, en Policarpo Sanz, la figura iluminada del árbol de Navidad.

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Navidad 2020 en Vigo: los iconos de la decoración estas fiestas ALBA VILLAR | RICARDO GROBAS

Navidad anti-Covid en Vigo: control de aforos y cortes de tráfico

A la par que los adornos el Concello extrema además la seguridad para alcanzar el objetivo, recalcado a diario por el alcalde, de lograr una campaña “mil por cien segura”. El Consistorio ha elegido ya a la empresa que implantará en cuestión de días el sistema de cámaras para controlar el aforo de las calles. Serán 18 los dispositivos que se instalarán para detectar y contar siluetas en cinco áreas específicas donde se aguarda mayor concentración de personas: las calles Príncipe y Policarpo Sanz y las plazas de Princesa, Constitución e Igrexa. En todas ellas se ha establecido un aforo máximo, que suma 7.159 personas, si bien la previsión es que nunca se llegue a esa cifra. Al alcanzar el 85% de ese tope de ocupación, se cerrará el acceso hasta que disminuya el volumen de gente. El objetivo es que cada persona disponga de 2,25 m2, lo que garantizaría la distancia social, si bien se cuenta con desplegar una brigada de 25 “controladores”, aún no contratados, para extremar la vigilancia.

La zona más grande y donde se aguarda mayor concentración de gente es la de Policarpo Sanz, que este año reemplaza a Porta do Sol como epicentro de la Navidad. En sus 7.250 m2 hay cabida para 3.222 personas, pero con 2.700 ya se considerará lleno. Los 4.800 m2 de Príncipe permiten la presencia de 2.133 individuos, si bien se cerrará el paso cuando se alcancen los 1.800. Este porcentaje del 85% también se aplica en Princesa (900), Constitución (400) e Igrexa (270).

El Plan de tráfico de Navidad

El Plan de tráfico de Navidad

Estas medidas de control se añaden al plan de tráfico en marcha desde hoy todos los días entre las 17.00 y las 23.00 horas, periodo de tiempo en el que se aplican peatonalizaciones en doce calles y plazas: Elduayen, Porta do Sol (en ambos casos por las obras); Policarpo Sanz; Darío Álvarez Blázquez; Reconquista entre Marqués de Valadares y Policarpo Sanz; Velázquez Moreno entre Príncipe y Marqués de Valadares; Colón; Urzáiz entre Gran Vía y Colón; el tramo ascendente de Gran Vía desde Urzáiz hasta María Berdiales; Hernán Cortés entre Urzáiz y María Berdiales; Doctor Cadaval desde López de Neira hasta Porta do Sol; y Uruguay, en el tramo de Cervantes hacia Gravina.

De esta forma se facilita el tránsito peatonal y disfrutar de los espectáculos de luz y música que cada jornada se ofrecen en el árbol de Policarpo Sanz y en la caja de regalo de Gran Vía, con pases diarios a las 20.00 h en el primer caso.