La iniciativa nació durante el confinamiento entre un grupo de amigos, todos ellos miembros de la asociación de vecinos Pozovello de Arcade de Riba.
“Se nos ocurrió esta idea para pasar el tiempo, al estar tanto tiempo en casa. Cada uno iba haciendo una figura y luego, a través de un grupo de Whatsapp, mostrábamos como quedaba y nos dábamos consejos"
El trabajo duró unos dos meses. Cada fin de semana cada uno presentaba sus piezas: un muñeco de nieve, un tren de troncos, todo tipo de animales y, por supuesto, las figuras del Niño Jesús, la Virgen y San José, junto con la mula y el buey.
Poco a poco le fueron dando forma. Hicieron el portal, un decorado con “nieve” artificial en el que fueron colocando todas las piezas y un original árbol de Navidad con el enorme tronco de un alcornoque seco que un temporal derribó hace dos años. Y mientras tanto, la expectación iba creciendo hasta su inauguración el pasado fin de semana. “Fue una sorpresa ver a tanta gente visitando el barrio, a lo largo de la tarde del domingo calculamos que pudieron pasar unas 400 personas, y todo ha sido por el boca a boca, sin ningún tipo de publicidad. Si no hubiera restricciones de movilidad no sé lo que sería esto, estaríamos desbordados”, afirma Raña, mientras carga un tractor con piedras ayudado por varios vecinos para mejorar el belén.
"Aquí el gasto es mínimo, no hay nada comprado, todo sale del bosque excepto la “nieve”, que es lo único artificial ya que la hicimos con una tela blanca de uso industrial"
Porque aunque ya está acabado, cada día aportan nuevas figuras y detalles. “Estamos abiertos a seguir creciendo e invitamos a todos los vecinos a participar, porque queremos que esto sea una obra de todos”, puntualiza. De momento ocupan unos sesenta metros en un lateral de la plaza, pero ya están pensando en ampliarlo hasta un lugar cercano donde se encuentran las ruinas de un viejo molino, conocido como Portaregueira, donde pretenden crear un poblado navideño. “Para este año ya no nos va a dar tiempo, pero para el siguiente seguro que lo hacemos. Queremos que esta iniciativa se consolide e ir creciendo poco a poco. Además aquí el gasto es mínimo, no hay nada comprado, todo sale del bosque excepto la “nieve”, que es lo único artificial ya que la hicimos con una tela blanca de uso industrial”, comenta Raña.
El monumental belén de Arcade de Riba, perfectamente integrado en la naturaleza y en un ambiente rural, permanecerá expuesto durante todas las fiestas navideñas para que pueda ser visitado por todos los vecinos del municipio. Además, todos los días a partir de las 19.00 horas se encenderá la iluminación para que luzca todavía más.
