El arte urbano es, casi por definición, efímero. Ocurre que hay obras que tardan bien poco en ganarse a los ciudadanos y en fundirse con el paisaje y, en esos casos, extraña que de repente comiencen a desaparecer. Aunque su destrucción estuviese programada o, al menos, contemplada. Es el caso del mural que la baionesa Lula Goce pintó en la medianera de la curva de San Gregorio. Los dos niños gigantes dejarán de mirar a la calle Tomás Alonso porque pronto quedarán tapiados por la construcción de un nuevo edificio de viviendas. Las obras ya han comenzado y la artista ha dejado constancia en sus redes sociales del principio del fin, a través de un vídeo de MR PLU. En todo caso, el realismo vivo e intenso de la muralista se podrá seguir disfrutando en la ciudad, ya que en el último programa 'Vigo, cidade de cor', ejecutó una pieza en la avenida de A Florida.

El Tercer Paisaje. Principio del fin. Comienza el proceso de desaparición del mural que pinté en 2017 en Vigo, para @...

Posted by Lula Goce on Thursday, November 26, 2020

El mural de San Gregorio, creado entre 2016 y 2017 y que desató todo tipo de teorías sobre quién son los protagonistas, supuso para Lula Goce un buen impulso a su carrera. En los últimos años ha expandido su obra por varias ciudades europeas, por México y por Estados Unidos. Entre sus últimas obras destacan un trabajo para la ONU, en la fachada de la Biblioteca Real de Bélgica, en Bruselas, y también un mural ejecutado sobre la cara exterior de los paramentos del cementerio de Panxón.