El 28 de noviembre de 2020 era desde hace algunos días una fecha destacada para muchos. No porque el calendario de efemérides les avisase de que el mismo día, pero en 1990, el mandato de Margaret Thatcher como Primera Ministra del Reino Unido llegaba a su fin, o porque Gaspar Llamazares, ex coordinador general de Izquierda Unida, cumpliese 63 años. El penúltimo día del penúltimo mes del año del coronavirus era crucial porque Lidl volvía a poner a la venta su robot de cocina. El mismo que le ha valido al supermercado germano una demanda por supuesto plagio de la Thermomix.

El supermercado, consciente del interés que despierta un aparato que lo mismo pica que te cocina el plato más sano, se encargó hace unos días en sus perfiles de las redes sociales en calentar el ambiente y, con una banda sonora propia del lejano oeste, anunciaba la fecha en la que se pondría a la venta el ansiado aparato. "Si lo ves, échale el wanted", rezaba el eslogan de la campaña que, sin prever la ola de indignación vivida en las redes sociales ante la escasez de unidades., ha aupado a Lidl a los primeros puestos de los temas más comentados en Twitter

Vigo, en la que Lidl cuenta con su tienda más grande de Galicia, la fiebre por el robot de cocina Monsieur Cuisine se convirtió para unos cuantos en una dura lucha por hacerse con una unidad y llevársela a casa en una mañana en la que se registraron colas en los accesos de los supermercados y, según narraban en las redes sociales, con momentos de tensión, con empujones y forcejeos incluídos.

"Al Lidl no le importa la educación, el respeto, ni nada. Porque hoy han quedado muchas personas que se esforzaron con las manos vacías”, contaba Rita Gayoso en un mensaje con el que abría un hilo de Twitter narrando la odisea por hacerse con un Monsieur Cuisine de la cadena alemana de supermercados. 

"Yo no iba a por un robot, acompañaba a mi pareja", aclaraba a este periódico antes de relatar el capítulo en el que su novio Manuel Montes tuvo que luchar por hacerse con el robot de cocina de Lidl que iba a usar en su canal de Youtube en el que enseña a la gente cómo perder peso: “Gracias a que mi novio estaba casi delante y es fuerte y, por así decirlo, consiguió agarrar una caja al tercer intento”.

Rita y Manuel tuvieron que hacer cola desde las siete de la mañana en una de las puertas del supermercado de la Avenida de Madrid y, tal como lo relataba en las redes sociales, ya en la espera era un anticipo de lo que sucedería en el interior: “Gente desde las 7 a.m haciendo cola educadamente hasta que gente que se cree muy lista, a las 8:50 empieza a quedarse por delante con la disculpa de que solo van a hacer la compra o, de repente, a buscar a su pareja…”, explicaba en las redes.

Colas en el Lidl de Avenida de Madrid en Vigo el día que se ponía a la venta el robot de cocina FDV

No fue la única que hizo cola en un supermercado Lidl de Vigo para comprar por más de trescientes euros el robot de cocina. Special Kampi, otro usuario de Twitter, comunicaba la suerte que había tenido al colocarse en la quinta posición de una cola de 50 personas que se habían citado en el Lidl de Meixoeiro para llevarse a casa una de las 17 máquinas disponibles: “Cola 50 personas. Solo 17 máquinas XDDD”, escribía en su perfil dos horas antes de compartir una imagen con la caja del Monsieur Cuisine en casa en el que reclamaba una paga extra de los trabajadores del súper porque con las colas que había eso era un plus por miedo al cliente!"

La escasez de unidades de Monsieur Cuisine, junto a la poca organización en la entrega de robots de cocina, era otra de las razones que enfadaban a Rita. De hecho, ella misma proponía un sistema para evitar conflictos y aglomeraciones en tiempos de pandemia: "Hubiese estado bien poner un mínimo de seguridad o algún método como dar número o bien sólo abrir una puerta para entrar en orden”.

Seis horas después de la apertura de los supermercados de Lidl en toda España, la compañía anunciaba que la venta de su robot de cocina había sido un éxito, que se habían agotado todas las unidades y que próximamente se pondrán más unidades a la venta. Eso sí, han pedido disculpas porque algunos no se hayan podido llevar a casa la máquina con la que, probablemente, cocinarían la condicionada cena de Nochebuena: “Lamentamos que algun@s de vosotr@s no hayáis podido adquirirla”.