Con mascarilla, gel hidroalcohólico y aforos en los establecimientos, pero también con multitudes de gente en las calles. El Black Friday en plena pandemia fue atípico, claro está, por la presencia del COVID-19 y las medidas que ha traído bajo el brazo, pero los rayos de sol que se colaron en Vigo durante la jornada y los elevados descuentos en productos seleccionados contribuyeron a crear una imagen similar a la de otros años en las zonas más comerciales del centro y de los barrios. Ni el cierre perimetral, ni las heridas de la pandemia en las carteras, ni el cerrojazo de la hostelería, ni el bum de la compra online por el temor a los espacios interiores, ni la falta de luz en los millones de LED ya preparados para brillar impidieron que Príncipe, la milla de oro de las compras, estuviera a rebosar tanto a la mañana como a la tarde. Misma situación se vivió en la peatonal de O Calvario, otro termómetro para conocer la actividad de los negocios en fechas señaladas.
“Necesitamos vender; estamos pasando por momentos muy complicados”
Con un abanico de rebajas abierto hasta más del 50%, algunos vigueses aprovecharon el último viernes del mes para hacerse con los primeros regalos y facilitar el trabajo de Papá Noel y los Reyes Magos. Otros realizaron los deberes mucho antes. Y es que el Black Friday se adelantó en multitud de establecimientos de la urbe olívica, lo que hizo perder algo de fuerza a la jornada marcada como tal. Eso sí: en esta ocasión, el volumen de compras en los locales fue “similar” al de otros años. Lo confirmaba a última hora de la tarde Encarna Álvarez, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de O Calvario. “Ha habido mucho movimiento. El buen tiempo y las rebajas han animado a la gente a salir y a adelantar los regalos. Nos hemos llevado una sorpresa”, señalaba antes de subrayar que, a pesar de estar “en contra” de jornadas de grandes descuentos como el Black Friday, ve “lógico” que haya ofertas. “Necesitamos vender; estamos pasando por momentos muy complicados”, comentaba.
Enrique Núñez, la voz de los comerciantes de Príncipe, anotaba que la jornada fue “bien”, sobre todo, en las grandes firmas, pero no tanto en el pequeño negocio. Misma radiografía hacía el presidente de la Federación de Comercio de Vigo (Fecovi) y representante de los negocios de As Travesas, Víctor Fernández: “Ha habido más ventas, pero no para tirar cohetes. Es un año difícil”. Rubén Pérez, de Zona Náutico, trazaba una foto idéntica.
En Teis, el Black Friday sentó genial al gremio. Roberto Giráldez, gerente de la asociación de comerciantes del barrio, anotaba que el buen tiempo y los descuentos ayudaron a dinamizar las compras. Idéntico panorama registró Navia.
“Hay que apostar por Vigo”
Con una bolsa en la mano y mirando el móvil, Ezkay Puchol bajaba ayer la calle López de Neira pasadas las 12.30 horas. Venía de comprar en una tienda de productos manga. “Cogí un regalo con un 20% de descuento”, reconocía antes de destacar que le sorprendía el aspecto que presentaba la ciudad: “Hay mucha gente en el centro, pero también en O Calvario. Fui a hacer recados horas antes a la peatonal y estaba llenísima”. Como todos los años, combinará la apuesta online y la física en estas Navidades. Misma estrategia seguirá Lucía Velasco, que caminaba por Príncipe cargada de bolsas y acompañada por Adrián Sánchez y Marta Puga. Aprovechaban la jornada matutina del viernes para renovar el armario. “Nos encanta ver el centro con tanto ambiente, dan ganas de estar en la calle. No esperábamos que hubiera tanto movimiento”, señalaba.
Ya en Urzáiz, Nuria Borrega se dirigía a la bola gigante con una bolsa en la mano en la que guardaba un detalle para agasajar en Navidad. “Lo llevé un pelín rebajado, pero no mucho. Mi objetivo es hacerme con todos los regalos de las fiestas para la familia”, confesaba, a la vez que ponía en valor la necesidad de gastar en las tiendas de Vigo y no en Internet: “He cogido el día en el trabajo porque creo que la única manera de salir de la crisis es ayudándonos, es decir, comprando aquí. En otro momento, puede que me animase a buscar en Amazon; este año, no. Ya he localizado productos para permanecer el menor tiempo posible en las tiendas”. Por Policarpo Sanz, a unos metros del árbol gigante, paseaba Paco Villar. Llevaba una bolsa de un establecimiento de moda: “Compré por casualidad. Estaba dando una vuelta y entré en una tienda para coger un regalo de Navidad que, según pone en la etiqueta, está con descuento”. Como decidirán muchos vigueses, dejará de lado las plataformas online para apoyar a los comerciantes de la ciudad: “Lo haré intencionadamente. Es muy necesario, más que nunca”.
