La empresa Ambulancias Do Atlántico, concesionaria del transporte sanitario no urgente en el sur de la provincia de Pontevedra, salió ayer al paso de la denuncia realizada por la CIG sobre supuestos problemas de desinfección en los vehículos, y defendió sus protocolos y su actuación que, “en ningún momento”, pondrá “en riesgo” la salud ni de pacientes ni de trabajadores. El sindicato nacionalista criticó que, tras el traslado de cuatro pacientes de diálisis que luego resultaron ser positivos en COVID, no se había realizado la correcta desinfección de ambulancias y los técnicos que participaron en los traslados siguieron trabajando.

La concesionaria precisó que, en cuanto el Sergas notificó estos positivos, se activaron los mecanismos previstos para la desinfección de los vehículos. Todas las ambulancias, explicaron, disponen de un registro de limpieza y desinfección “donde es verificable el proceso en todo momento”. Asimismo, tras analizar la situación de los trabajadores afectados, tanto por parte del departamento de Prevención de la propia empresa como por parte del Sergas, “se concluyó que los conductores no podían considerarse contacto estrecho de los pacientes positivos, por lo que no era necesario retirarlos de sus puestos de trabajo”.

No obstante, los tres técnicos afectados fueron sometidos a PCR y todas dieron negativo. Asimismo, la empresa ha vuelto a revisar con el Sergas sus protocolos para el traslado de pacientes de diálisis, y ha recordado que tiene una “especial sensibilidad” con este colectivo. Así, subraya que desde el inicio de la pandemia, se aumentó el número de rutas para poder reducir el tiempo de permanencia de los pacientes dentro de las ambulancias, y también se ha reducido el número de plazas en los traslados, “a pesar de estar permitido” ocuparlas todas.