El dispensador de agua bendita, pionero en España
Su funcionamiento es similar al de los dispensadores de gel hidroalcohólico que proliferan en los comercios: basta con poner las manos debajo de un caño delgado situado en la parte alta del artilugio y presionar el pedal que está en la base. De ese modo, gotea el agua bendita y se erradican las opciones de transmisión del virus. El propio párroco se encarga de rellenar el pequeño depósito para que los fieles siempre tengan a su disposición este servicio. “Con este sistema, no existe ningún problema, la seguridad es máxima"
"La gente está muy contenta, ya echaba de menos poder santiguarse con agua bendita después de tantos meses sin hacerlo por culpa del coronavirus”
Manuel Ángel Rodríguez reconoce estar “encantado” con esta idea, que es “realmente buena”.
Y es que el párroco llevaba tiempo buscando un mecanismo para recuperar el sacramental, una petición de la comunidad.
Claudino, un feligrés, prueba el dispensador a la entrada de la iglesia Marta G. Brea
“Le estaba dando vueltas al tema, tenía en la cabeza un instrumento como el que ahora utilizamos en la parroquia, pero no era capaz de perfilar la idea"
"Hace unas semanas, habló conmigo un vendedor de estos aparatos y, al mostrarme cómo son y su funcionamiento, me convenció al momento, compré uno y ya me lo han traído desde Valencia; el señor quedó descolocado, no se lo esperaba, ya que, antes, había preguntado en otras iglesias y no le habían aceptado la propuesta”, señala el sacerdote de Santa Teresa tras reconocer que se trata de un producto “algo caro”. “Espero que baje el precio cuando lo adquieran más clientes, pero merece la pena. ”
"Animo al resto de sacerdotes a hacerse con uno e invito a todos los vigueses a venir al templo a que lo utilicen y participen en la misa"
Manuel Ángel Rodríguez
Manuel Ángel Rodríguez destaca que su parroquia es la única de toda España que cuenta con el dispensador de agua bendita. “En todo el mundo, solo sé que se está utilizando en el santuario portugués de Fátima y en Lourdes (Francia)”, apostilla el párroco, que aprovecha la eucaristía de los domingos, cuando hay más gente, para informar a los devotos de la existencia de este artilugio y explicar en qué consiste.
“Al verlo, no saben de qué se trata exactamente y me preguntan. Están encantados, al igual que yo. Es una idea genial”
Eso sí: deja claro que, una vez pase la pandemia, se dejará de emplear en el templo.
“Cuando ya no haya riesgo de contagio, lo guardaré por si se repite esta situación y habrá agua bendita en las pilas. Ojalá no tenga que volver a echar mano de él”
Aprobación de los fieles
"Agradezco que vuelva a haber agua bendita"
Claudino Pellón, feligrés Marta G. Brea
La comunidad de fieles de la parroquia aplaude con fuerza la llegada del nuevo inquilino que los saluda a la entrada de la iglesia. Ayer, antes de iniciar la misa de las 19.00 horas, María Teresa López destacaba que es “muy importante” volver a tener agua bendita “con toda la seguridad”: “Debería estar en todas las parroquias”. Claudino Pellón señalaba que es “de agradecer” disponer de este mecanismo. Idéntica opinión trazaba Teresa Estévez: “Es un sistema curiosísimo y práctico”.
"Es un sistema práctico y muy curioso"
Teresa Estévez - Feligresa
Teresa Pellón, feligresa Marta G. Brea