Josefa González Vidal, “Pepita”, de 74 años, regresó de un viaje con el Imserso a Lloret de Mar en marzo. Al día siguiente, comió con su familia. Y ya no se acuerda de más, hasta que se despertó en UCI de Povisa. Vivía “como en una nube”. Padecía “pesadillas horribles”. “Tenía miedo a vivir”,recuerda. Y no tenía a su familia a su lado, físicamente, para ayudarle a superarlo. Pero no estaba sola. Tenía a “unos ángeles”, como ella denomina al equipo de profesionales que la atendió durante los 43 días que sumaron sus dos estancias en UCI. Eran su conexión con la realidad.
Los ángeles que enchufan a la realidadRicardo Grobas
“Las visitas son fundamentales para que el paciente se centre, este orientado y tenga ánimo para superarlo”, cuenta Pablo Álvarez, supervisor de Enfermería en UCI de Povisa y añade que el personal “trata de suplir esa carencia”. Lo hacen con mayor implicación y con un contacto “muy íntimo” con el que también tratan de salvar la frialdad del EPI. “Un disfraz” que hace la relación “más impersonal”.
Son pacientes por los que pasa mucho personal: enfermería, auxiliares, rehabilitación, fisioterapia, logopedia, terapeuta, médicos.... “Todos, además de hacer un cuidado técnico, hacen un cuidado más social, psicológico o de cercanía”, resalta Pablo Álvarez.
“Son encantadores, todos siempre pendientes de ti”
Pepita González - Paciente
Povisa es uno de los pocos hospitales que incorporaron a los terapeutas ocupacionales a la atención del Covid en UCI, según pudo comprobar una de estas profesionales, Eva Sayáns. Su labor consiste en orientar a un paciente que no sabe en qué momento del día vive al no contar ni con las referencias de las comidas, y en motivarlos, por ejemplo, con papiroflexia. “No puedes hablar, ni caminas, ni tenía fuerzas para coger el teléfono. Adelgacé siete kilos. Se pasa muy muy mal”, relata Pepita. Sayáns cuenta que, mientras el paciente está entubado y no puede hablar, se comunican con ellos con gestos, con la mirada o usan un tablero de comunicación.
“Nuestro objetivo es orientarlos y motivarlos”
Eva Sayáns - Terapeuta ocupacional
Eva Sayáns - Terapeuta ocupacional
La hija de Josefa, Tania, recuerda cómo un día le hicieron una videollamada y escuchó decir a la enfermera “habla”. Y su madre habló. No se había dado cuenta de que estaba desentubada. “Me llevé un susto”, se ríe.
Pepi, 43 días salvada por los ángeles de la UCICedido
Lo cuenta para destacar cómo el personal “en todo momento” trataba de mantenerlos en contacto e informados con los progresos. También en los momentos malos. Como la noche en la que la médico le comunicó que igual no la superaba. “Siempre explicándote todo desde el cariño, parecía como si nos conociéramos”.
“Además del cuidado más técnico, con ellos tenemos otro más social o de psicológico”
Pablo Álvarez - Supervisor de Enfermería en UCI
Pablo Álvarez - Supervisor de Enfermería en UCIRicardo Grobas
Cuidan del aspecto psicológico del paciente y de sus familias, mientras el suyo también se resiente. “Sobre todo en la primera ola, era lo que se te pasaba por la cabeza, que cualquier familiar nuestro podía estar ahí”, Pablo. Por eso son muy concienzudos a la hora de ponerse el EPI, “para no ser foco de contagio”.
“Viví la primera ola desde casa con mucho orgullo y preocupación por ellos”.
Andrea Broullón - Anestesista
Andrea Broullón - AnestesistaRicardo Grobas
También, para los que dejan en casa. “¿Vas a curar a la gente?” “¿No tenéis el bichito en el hospital?”. Son preguntas que le hace a la anestesista Andrea Broullón su hija de tres años. La médico regresó hace un mes “con energías renovadas” tras un permiso de maternidad, viviendo desde casa la primera ola “con mucho orgullo y preocupación” por los compañeros, entre los que está su hermana. Se actualizaba a diario y se estrenó el primer día en UCI Covid.
Pepi, que ahora está “fenomenal”, destaca el “recuerdo maravilloso”, que tiene de todos ellos. “Son encantadores y siempre están pendientes de ti”, agradece.