Seis años después de los hechos, la repetición del juicio y tres suspensiones más, el robo de un alijo de droga por parte de Marino Giménez y varios socios –entre ellos un guardia civil – ya tiene sentencia. La Audiencia viguesa condenó, previa conformidad y reconocimiento de los hechos, a cuatro de los acusados por delitos contra la salud pública. El hermano de Sinaí Giménez fue condenado a dos años de prisión y uno más por tenencia ilícita de armas.

En cuanto al guardia civil con el que se “pusieron de acuerdo” para hacerse con la droga, no aceptó el acuerdo propuesto por la Fiscalía. La pena impuesta para él es de 6 años de cárcel y once de inhabilitación.

En la sentencia, los magistrados dejan claro la “inculpación” de los acusados que reconocieron los hechos contra el agente “no funda la condena”, sino “el contenido de las comunicaciones telefónicas”. De ellas “no puede llegarse a otra conclusión lógica” que el agente formaba parte del complot y no era un agente infiltrado como aseguró en la vista.