La Universidad de Vigo contará con el mayor fitotrón de Galicia para el cultivo de plantas a gran escala mediante ensayos in vitro o de hidroponía –en agua– y que permitirá reproducir las condiciones de cualquier ambiente terrestre, incluidos los más extremos, para llevar a cabo estudios relacionados con el cambio climático, enfermedades, toxicidad o cultivos verticales como los que ensaya la NASA para implantar en sus naves espaciales.
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La instalación estará compuesta por tres cámaras climáticas situadas en el sótano del Edificio de Ciencias Experimentales del campus y por otros dos contenedores exteriores con similares prestaciones en la zona de invernaderos. Además de permitir la regulación de las condiciones de luz, temperatura y calidad del aire, estas cinco cabinas inteligentes estarán dotadas de sensores y sistemas automáticos para la adquisición de datos, la monitorización continua de experimentos y el envío de alertas a través de email en caso de emergencia.
“Será una infraestructura única en Galicia por su tamaño y por su concepción como servicio general abierto a los investigadores y también a empresas interesadas en participar en proyectos"
Marcará un punto de inflexión en la UVigo, porque es un instrumental con un funcionamiento preciso que nos dota de la última tecnología para competir a nivel internacional”
También se creará una comisión formada por cinco expertos de la agrupación estratégica Citaca de la UVigo, enfocada a la investigación y la transferencia agroalimentaria, y se elaborará un protocolo de usos. “Ojalá esté ocupado todo el espacio enseguida. En la UVigo y en otras instituciones hay grupos como el mío que cuentan con cámaras de crecimiento más pequeñas, algunas son como neveras convencionales.
"Lo interesante de este proyecto es que estará abierto de forma reglada a todos los investigadores gallegos y que no hay ninguna infraestructura tan grande”
La Universidad ya ha lanzado el concurso público para la compra e instalación del fitotrón por una inversión máxima de 300.000 euros. El complejo será financiado a través de la convocatoria de ayudas para la adquisición de equipamiento científico-técnico del Plan estatal I+D+I 2017-2020.
La presentación de ofertas terminará el próximo día 23 y su responsable fija como plazo máximo para su puesta en marcha diciembre de 2021. “Aunque si es posible entraría en funcionamiento antes del verano”, añade Gallego.
Las tres cámaras que se ubicarán en Ciencias Experimentales tienen unas dimensiones de 5,4 metros de largo por 2,6 de ancho y 2,7 de alto. Y juntas suponen una superficie de cultivo superior a los 60m2. Por su parte, los dos contenedores ubicados en el exterior medirán 12 metros de largo y 2,35 de ancho.
Los cinco permitirán a los expertos “jugar con muchas variables”. Además de establecer diferentes condiciones de temperatura y variar la intensidad de luz, podrán fijar fotoperiodos –definir cuánto tiempo es de día o de noche– y foto-termoperiodos –distintas temperaturas en presencia o ausencia de luz–.
Las cámaras albergarán cultivos in vitro y también en hidroponía, incluso podrían permitir estudios de acuaponía, en los que se utiliza el fertilizante producido por peces para hacer crecer las plantas y éstas purifican el agua en la que viven.
“La UVigo ya cuenta con invernaderos pero la radiación solar es muy difícil de controlar. En cambio, estas cabinas están completamente aisladas y su sistema de luminarias permite ajustar la intensidad e incluso elegir diferentes luces del espectro que sabemos que afectan a las plantas como la roja o la azul”, plantea Gallego.
Esta nueva infraestructura tecnológica destaca por su gran versatilidad y permitirá trabajar con grandes volúmenes de muestras. “Los investigadores podrán reproducir cualquier ambiente extremo de la Tierra, desde el Polo Norte hasta el desierto de Atacama. ", revela.
"Los investigadores podrán realizar ensayos de cultivos verticales y de hidroponía como los que desarrolla la NASA para poder obtener plantas en las naves espaciales”
Las facilidades del fitotrón optimizarán el desarrollo de estudios que ya se llevan a cabo en la UVigo relacionados con el cambio climático, enfermedades e impacto de nuevas plagas, valorización de plantas medicinales con propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antibacterianas, o bioacumulación de sustancias tóxicas (metales, herbicidas, contaminación).
También podrá utilizarse para el almacenamiento de muestras, por ejemplo, de plantas en peligro de extinción, realizar experimentos de nutrición o analizar la interacción de hongos con bacterias y plantas:
“El campus de Vigo cuenta con grandes infraestructuras enfocadas al mar y de técnicas analíticas, pero aquí también se estudian las plantas y esta infraestructura supondrá un salto tecnológico muy importante”
