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La caída en inglés y el Covid lastran un 25% la matrícula en la Escuela de Idiomas

La EOI de Vigo pierde 1.500 estudiantes con respecto al curso pasado | Solo japonés e italiano frenan la sangría | La mitad de los estudiantes ya cursan niveles superiores

Foto de archivo: Alumnos durante una clase en la Escuela de Idiomas de Vigo Alba Villar

Ya al comienzo del curso escolar fueron muchos los padres que verbalizaron su intención de no llevar a sus hijos a clase a consecuencia del coronavirus a pesar de su obligatoriedad. Y cuando este requisito por encima no existe, múltiples actividades pasan a un segundo plano. Por esta situación atraviesa la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Vigo, que tras remontar ligeramente el año pasado, cae a mínimos de matriculación.

Y es que el centro de la calle Martínez Garrido –y el resto de sedes en Coia, Ponteareas, Tui, Cangas, Nigrán y Redondela– ha perdido un 25% del total de estudiantes que hasta ahora mejoraban sus competencias lingüísticas en sus instalaciones. Concretamente, para este curso 20/21, el curso en la EOI de Vigo arrancó con 4.471 estudiantes, casi 1.500 menos que los que lo hacían el año pasado.

HUGO BARREIRO | Pinche en en la imagen para ampliar

Al frente del centro se estrena su nueva directora, Laura Torrado, que tiene por delante el difícil reto de dirigir la escuela con la mirada puesta en un posible nuevo confinamiento y con las secuelas todavía de la primera ola de contagios. “El perfil de alumnado de la EOI de Vigo es bastante diverso. No podemos obviar el hecho de que parte de nuestro alumnado es gente que aprende un idioma por placer y quizás este sea el segmento que más ha disminuido en la matrícula. Es verdad que muchos estudiantes nos han comentado que, a pesar de estar muy contentos con las clases, este año no se iban a matricular porque tenían cierto ‘respeto’ a asistir a clase en el contexto sanitario que estamos viviendo. Sin embargo, hay muchos idiomas del centro que no han experimentado bajada significativa de alumnado, quizás debido a la importancia de dichas lenguas en la formación o perfil profesional de nuestro alumnado”, destaca sobre el escenario actual Torrado.

"Hay muchos idiomas del centro que no han experimentado bajada significativa de alumnado, quizás debido a la importancia de dichas lenguas en la formación o perfil profesional"

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Y son precisamente dos de estos idiomas los que todavía se mantienen con pulso firme un año más. Porque aunque el inglés siga, de nuevo, como la lengua más solicitada, pierde 1.200 alumnos, pasando de los 3.850 del año pasado a los 2.697 de este curso. Al contrario, el japonés, un idioma en auge, y el italiano mantienen un número de matrículas similares. “Es verdad que ciertos momentos socioeconómicos vienen asociados a un impulso de matrícula en lenguas como el alemán, hace unos años, o el repunte del francés ahora. Las lenguas asiáticas siguen siendo muy demandadas por el alumnado que busca conseguir una formación llamativa en el mercado laboral; y las lenguas europeas, por aquellos que tienen familia fuera y buscan comunicarse con sus nietos, yernos o nueras en su lengua materna”, amplía Torrado.

Niveles

Otra de las claves que se desprende la matriculación en el centro vigués es la preferencia por los niveles más elevados en detrimento de los básicos o de principiantes. Entre los niveles B2 (Avanzado) y C1 y C2 (Perfeccionamiento) suman 2.000 matrículas. “Los niveles básicos están más demandados en lenguas como el chino o el japonés, donde non hay opciones de formación mas allá de la EOI. En otras lenguas, como el gallego, portugués, inglés o francés, la demanda por niveles está mucho más equilibrada”, explica la directora.

A mayores del alumnado de los cursos oficiales, también cuentan con un total de 158 estudiantes en cursos de actualización o de formación lingüística.

Laura Torrado - Directora de la Escuela de Idiomas

Laura Torrado, nueva directora de la EOI de Vigo R. GROBAS

“Los niveles altos se nutren de los básicos, priorizarlos supondría un error”

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En uno de los cursos más difíciles, en plena segunda ola del coronavirus y con la docencia telemática siempre presente, Laura Torrado se pone al frente de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Vigo convencida de que lo “ideal” sería dotar al centro de más lenguas, pero sin que éste pierda su “dinamismo”.

–Teniendo en cuanta la cantidad de cursos de idiomas que tradicionalmente se aprendían por internet, a través de cintas de audio... ¿Es factible o más sencilla la semipresencialidad para el estudio de idiomas que para la formación reglada (institutos, colegios, etc.)?

–La metodología de aprendizaje mixto tiene mucho potencial para la clase de lengua, sobre todo en un contexto de enseñanza de régimen especial como es el nuestro. Este año tenemos en nuestra escuela un curso piloto de inglés en régimen semipresencial que está funcionando bien, y que demuestra que parte de nuestro alumnado está interesado en este tipo de formación, dado que es más flexible que la tradicional. Al tener un alumnado mayoritariamente adulto resulta más sencillo establecer ciertas normas de convivencia en línea que con los adolescentes, por ejemplo, aunque a veces nos encontramos con la barrera tecnológica. Sin embargo, resulta muy gratificante ver como en el aula son a veces los mayores los que ayudan a los adolescentes a manejarse con ciertos recursos.

– Pese a que bajó el alumnado, ¿hubo que ampliar horarios o clases para cumplir con la ratio de alumnos por aula?

–Nuestra oferta de grupos y horarios se ha intentado adaptar a la demanda del alumnado, con el objetivo de asegurar una docencia presencial de calidad a todo nuestro alumnado. Por ello, se reubicaron grupos en aulas más grandes en base al número de matriculados y se desdoblaron aquellos grupos donde había recursos materiales y personales para hacerlo.

–Para la EOI, ¿es primordial lograr más idiomas o cursos superiores o avanzados (C2) en los que hay en la actualidad?

–Nuestro objetivo es responder a la demanda del alumnado, sin perder de vista que todos los niveles y lenguas son igualmente importantes. Priorizar los niveles altos sin tener en cuenta que estos se nutren de los básicos podría resultar un error a largo plazo, dado que buena parte de nuestro alumnado recorre todo el itinerario académico con nosotros. Menos oferta de niveles básicos podría suponer menos alumnado de niveles avanzados en el futuro. Poder ofertar más idiomas sería ideal, pero sobre todo lo que nos interesa es seguir manteniendo la escuela dinámica y motivadora para el alumnado que tenemos.

–Además de centro de idiomas, también buscan ser un centro cultural. ¿Qué proyectos o actividades tienen en marcha?

–Nuestra escuela es consciente de la importancia de promover una cultura de centro donde todo el alumnado se sienta parte de la comunidad, estableciendo lazos entre idiomas y diseñando iniciativas que impliquen a alumnado de diversos grupos y niveles. Debido a los condicionamientos de interacción social causados por el COVID-19, este año estamos llevando a cabo talleres de conversación o cultura en algunas lenguas de forma presencial. Pero también estamos dedicando esfuerzos a talleres en línea de diversas lenguas impartidos por nuestro profesorado, así como a los clubes de lectura en línea, que permiten mezclar a estudiantes de una forma segura.

–Al gallego, ¿sigue costándole aprender idiomas?

–El alumnado gallego parte con la ventaja de estar educado en un sistema bilingüe, aprendiendo a convivir con las diferencias entre lenguas y aceptándolas como algo natural. Desde ese punto de vista, está mejor preparado que en otras comunidades de España para aprender un nuevo idioma. Cada vez vemos más estudiantes que logran conseguir un nivel intermedio de lengua de forma satisfactoria, cursando un nivel diferente cada año.

–La USC, por ejemplo, pide el B1 para obtener la titulación. ¿Sería conveniente que otras universidades o centros de FP exigiesen este requisito? En un mundo tan globalizado conocer más de una lengua es fundamental.

–Desde la implantación del conocido como Plan Bolonia en las universidades españolas, los certificados de lengua con niveles que se relacionan con el Marco Europeo de Referencia de las Lenguas (B1, B2), etcétera, han tomado peso a la hora de obtener la titulación. Desde luego, se trata de un proceso muy deseable para unificar el criterio a la hora de evaluar el conocimiento de una lengua y la capacidad de desenvolverse profesionalmente en ella. El aprendizaje de lenguas extranjeras es sin duda un valor seguro en el mundo en el que vivimos, sobre todo hoy en día, cuando las videoconferencias y el teletrabajo posibilitan la interacción internacional como nunca antes.

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