Un soldado repatriado sentado sobre un baúl de la Cruz Roja y asistido por una viguesa. Esta es la propuesta artística en forma de conjunto escultórico que desde ayer se puede visitar en los jardines anexos a la Estación Marítima de Vigo y que nació con un objetivo muy especial: homenajear a los moribundos soldados españoles repatriados de la guerra de Cuba de 1898 y a la “gesta solidaria” que protagonizó la ciudad. “Vigo se volcó con ellos, la ciudadanía fue un ejemplo extraordinario de solidaridad”, destacó el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, que se encargó de descubrir la escultura en un sencillo e íntimo acto –debido a las restricciones por el Covid-19– que contó con la asistencia del autor de la obra, José Molares, y de distintas autoridades.

“Este es uno de los episodios de la historia de Vigo que merece ser recordado y recuperado”

Enrique López Veiga - Presidente de la Autoridad Portuaria

“Este es uno de los episodios de la historia de Vigo que merece ser recordado y recuperado”, reflexionaba ayer López Veiga, que subrayó que el conjunto escultórico está diseñado para permitir un fácil acceso al mismo y cuenta además, como guiño del autor, con un “ratoncito oculto” para que los niños que lo visiten acompañados por sus padres “se animen a buscarlo”. Junto a esta obra, el Puerto también está ultimando una exposición sobre este hecho histórico que previsiblemente se inaugurará a finales de año. En los próximos días será adjudicada.