Vigo brillará más y mejor que nunca. El Concello ha trazado un plan de renovación integral de las instalaciones del alumbrado público que aplicará tanto en el casco urbano como en las parroquias hasta 2023. Su propósito es firme: mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2 y de otros contaminantes atmosféricos, materias de máxima relevancia en tiempos de pandemia, en los que el medio ambiente ha escalado posiciones en la lista de prioridades. Para ello, introducirá la tecnología LED en casi 17.000 puntos de luz que, actualmente, cuentan con lámparas de alto consumo, y modificará más de 250 cuadros de mando y control. Esta ambiciosa actuación, presupuestada en unos 9,5 millones de euros, supondrá un ahorro de energía del 70%, lo que se traduce en unos 950.000 euros cada año.
“Vigo se pondrá a la cabeza de la eficiencia energética”
Con esta operación, “subvencionada por la Unión Europea con 7,5 millones”, Vigo se pondrá “a la cabeza de la eficiencia energética” y bajará “como nadie” las emisiones de CO², según el alcalde, Abel Caballero, que destaca que el Covid-19 “nos ha enseñado a respetar” la naturaleza, una forma de “cuidarnos a nosotros mismos”. “Es el motivo por el que el Concello ha hecho esta apuesta decidida. Última tecnología de luminarias LED, más luz y menos consumo”, señala el regidor, que recuerda que, desde 2007 a 2019, se han añadido casi 11.000 puntos de luz LED en toda la metrópolis olívica, logrando una reducción de casi el 10% en la potencia instalada. A finales del año pasado, la tecnología LED del alumbrado público suponía más del 22%.
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Esta medida ideada desde Praza do Rei persigue la renovación de las instalaciones de alumbrado exterior bajo criterios de ahorro y eficiencia energética, lo que “permitirá reducir de forma significativa” su consumo de electricidad mediante la sustitución de los actuales equipos por luminarias de mayor rendimiento y la instalación de equipos electrónicos de regulación y control de los niveles de iluminación según diferentes horarios nocturnos y tipos de vías, ajustándose a las necesidades de los ciudadanos. El proyecto incluye el desarrollo de las tecnologías necesarias para la conectividad de los sistemas de telegestión que posibiliten una monitorización en tiempo real.
El cronograma de ejecución trazado por el gobierno local contempla cuatro fases (ver ámbitos concretos en el mapa). La primera de ellas –a desarrollar en 2020 y 2021– incluye la renovación de unos 4.000 puntos de luz y 75 cuadros de mando en Praza de América, O Castro, Hispanidad, Camelias, Praza de España, Ecuador, Pi y Margall o Torrecedeira: 2,5 millones de euros de inversión con cargo a recursos de incorporación de remanentes. La segunda –prevista para 2021, 2022 y parte de 2023, al igual que las fases tres y cuatro– afecta a Bouzas, Coia, Balaídos o Beiramar: 2,7 millones de euros para dar una nueva vida a 4.400 farolas y 73 cuadros de mando. En la tercera, que afecta al entorno de Areal, As Avenidas, García Barbón, Alameda o Casco Vello, se prevé cambiar 4.300 puntos de luz y 55 cuadros con una inyección de 2,4 millones. En la última, el Consistorio pretende modernizar 2.700 puntos de luz y 60 cuadros con 1,8 millones en el ámbito de Travesía, Aragón o avenida de Madrid.
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Según especifica el Concello, el proyecto, que será licitado “de forma inmediata”, se presentará en su conjunto al IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) “con el objeto de poder acceder a la Convocatoria de Ayudas a Entidades Locales para iniciativas singulares que favorezcan el paso a una economía baja en carbono en el marco del programa operativo FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de crecimiento sostenible 2014-2020. La presentación de solicitudes se puede realizar hasta el 31 de diciembre. De ser aprobada la subvención del IDEA con los fondos FEDER, el Concello iniciaría el próximo año el proceso de licitación para la ejecución. En caso negativo, habilitaría los créditos correspondientes a las fases en los ejercicios presupuestarios de 2022 y 2023.
Transformación urbana
Esta iniciativa responde a la voluntad del Concello de continuar con la transformación urbana comenzada hace 10 años, que se refleja en proyectos de gran calado como las humanizaciones o el Vigo vertical: la nueva Gran Vía, Praza América, las escaleras mecánicas de Porta do Sol, los ascensores para conectar calles o la futura transformación de plazas –como la Elíptica o A Miñoca– sirven de ejemplos del plan pensado por el gobierno local para convertir a la primera ciudad de Galicia en un lugar pensado para mejorar la calidad de vida de sus vecinos y visitantes. En este grupo, adquiere un protagonismo especial la iluminación de los espacios públicos, cometido que conjuga seguridad, comodidad y mejoras estéticas y funcionales con el claro propósito de alcanzar la eficiencia tanto en el apartado económico como en el medioambiental, que, tras la irrupción del coronavirus, ha adoptado un papel capital en las agendas de las entidades públicas.
Precisamente, el Consistorio olívico, a través de las humanizaciones, ha incorporado en su proyecto de desarrollo urbano sostenible los principios de la Declaración específica de la Femp (Federación Española de Municipios y Provincias) en favor de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y rema en la dirección que reza la Agenda Urbana Española, un documento estratégico sin carácter normativo que, de conformidad con los criterios establecidos por la Agenda 2030, la Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas y la Agenda Urbana para la Unión Europea, persigue la sostenibilidad en las políticas de desarrollo urbano.
Durante el periodo 2007-2019, los proyectos de humanización ejecutados en la urbe alcanzan más de 600 calles: más de 200 kilómetros y casi 200 millones de euros de inversión. En estos trabajos, se instalaron 4.000 puntos de luz en la zona urbana y 7.717 luminarias LED en el alumbrado del ámbito rural. Y es que las parroquias también tienen protagonismo en el plan de transformación de la ciudad olívica: el gobierno local dedicará unos 200.000 euros a colocar 1.250 farolas con tecnología LED.
Parque de Castrelos
El parque de Castrelos será uno de los tantos espacios en los que el Concello actuará para mejorar la iluminación: dedicará una inversión de 623.000 euros. En la actualidad, la zona está alumbrada por farolas y bombillas de vapor de sodio y vapor de mercurio que nada tienen que ver con las luces LED que se van a instalar para alumbrar el paseo infantil y los dos circuitos de running –tanto el de corta extensión como el más largo–, además de las pistas deportivas y una parte de la calle Ángel Illarri. Esta actuación fue incluida por Abel Caballero en la presentación del medio centenar de obras de humanización que se acometerán con 33 millones de euros del remanente de tesorería, entre las que se encuentran, a su vez, la reforma del túnel de Beiramar, la construcción de un auditorio en Coruxo o la finalización de la Vía Verde. Su intención es dinamizar la economía local construyendo el Vigo “de finales del siglo XXI”.
En los proyectos de iluminación de zonas públicas, el Consistorio contempla aspectos como la economía circular o el uso de tecnología para reducir la contaminación lumínica
Una tecnología más fiable y con más vida útil
¿Con qué términos se corresponde la palabra LED? Se forma a partir de light-emitting diode –diodo emisor de luz, en inglés–. La principal característica de este sistema es que, como está formado por muchos puntos que generan luz, si falla uno, no se hace la oscuridad, ya que el resto sigue funcionando: este es el motivo que explica que la luz que se emite sea más constante y su rendimiento, más fiable en comparación con las fuentes convencionales. Otras dos ventajas de esta tecnología: registran un menor consumo de energía y su vida útil es mucho más larga.
