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La quinta del Covid también llega a la excelencia

Tres alumnos de institutos de Vigo, entre los mejores expedientes gallegos de la ESO

Claudia, Diego y Candela, en la biblioteca del IES Rosais 2 reconvertida en aula de Bachillerato J. LORES

Perdieron la presencialidad de las clases, la socialización con sus compañeros, las actividades extraescolares, las horas muertas de los recreos pero nunca la concentración. No hay pandemia que pueda con el tesón y trabajo de Claudia Vilar, Candela Rivas y Diego Fariña; tres alumnos de Vigo que obtuvieron uno de los veinte premios extraordinarios de la Xunta de Galicia por su expediente en ESO.

Los tres vigueses alcanzaron una nota media en la ESO superior al 9,7

Aunque los tres todavía se encuentran estudiando Bachillerato en el IES Rosais 2 –Candela estudió Secundaria en el CPR San José de Cluny– e IES República Oriental de Uruguay, ya tienen más o menos decidido su futuro: “Me gusta todo lo relativo a la gestión de personal, por lo que me decantaría por una Ingeniería comercial”, revela Candela mientras Diego se decanta por un titulación “más enfocada a las Matemáticas o a la Física, aunque me gusta también Medicina” y Claudia, sin perder de vista a la “astrofísica”, optaría por estudios de “ informática o software” . Su presente pasa por lograr las mejores notas que les permitan alcanzar para entrar en dichas universidades pero, cómo ha sido su pasado. Y es que estos alumnos podrían definirse como la quinta del Covid, un año que quedará marcado por la crisis sanitaria que cerró centros educativos abocando al alumnado a un estudio telemático.

“No voy a negar que fue complicado. De repente cierran todo, tenemos que irnos para casa y algunos creen que son unas vacaciones de algunas semanas"

Claudia

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Entre confinamientos, positivos, estrés y mucho estudio pasaron el curso pasado en sus domicilios, donde la habitación se convirtió en el lugar de estudio, el escritorio su pupitre y su ordenador, el nuevo encerado. “No voy a negar que fue complicado. De repente cierran todo, tenemos que irnos para casa y algunos creen que son unas vacaciones de algunas semanas. Sobre todo porque nos tocaban los exámenes y pensábamos que teníamos más tiempo para estudiar, aunque no sabíamos lo que se nos venía encima”, recuerda Claudia.

"Cuando nos dijeron para casa, te entra el estrés y la angustia claro, pero en cuanto te pones tu rutina, empiezas a saber llevarlo bien

Candela

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Candela también sintió este shock inicial, pero supo aprovecharlo. “Mi objetivo era entonces subir nota. Los profesores valoraban especialmente es esfuerzo ante una situación como la teníamos; así que lo vi como un curso más fácil de lo normal y me puse a trabajar lo máximo posible. Cuando nos dijeron para casa, te entra el estrés y la angustia claro, pero en cuanto te pones tu rutina, empiezas a saber llevarlo bien”, valora esta alumna.

"Al principio era todo más caos, pero con el paso de las semanas las clases, que a veces eran de mañana y otras de tarde, se volvieron dinámicas

Diego

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Diego fue quizás el que peor lo tuvo. “Fue un cambio total en todos los aspectos. Mis padres también son profesores y noté los dos aspectos. No quería conformarme con sacar el curso, quería más. Al principio era todo más caos, pero con el paso de las semanas las clases, que a veces eran de mañana y otras de tarde, se volvieron dinámicas y eso te permitía tiempo para buscar contenido a mayores”, explica el joven.

Candela, Claudia y Diego J. Lores

A pesar de que reconocen que el “bombardeo” de trabajos y deberes fue “muy grande”, aplauden que esta atípica situación no les sucediese en pleno 2º de Bachillerato, y con la ABAU a la vuelta de la esquina. “Hablo mucho con mis amigas sobre eso. Bachillerato son dos años muy determinantes como para que estuviesen arruinados por angustia, estrés, indecisión… Al final la educación telemática requiere un orden y una disciplina muy grande. No es tan fácil estar en casa y durante ese horario estar estudiando”, reflexiona Claudia Vilar.

Ahora, echando la vista atrás, tanto Diego como Candela, verían con mejores ojos una educación telemática. “Creo que ya todos, tanto nosotros como los profesores sabríamos como hacerlo; estamos mejor preparados”, valoran.

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