El gobierno de Vigo ha aprobado este jueves en solitario en un pleno extraordinario la modificación del presupuesto de 2020 para convertirse en "el primer ayuntamiento de España en hacer uso de la posibilidad de usar el remanente líquido de tesorería". Esto supone inyectar 36 millones de euros (33 procedentes de dichos remanentes y 2,8 de la Gerencia de Urbanismo) en medio centenar de actuaciones en la ciudad, mayoritariamente humanizaciones de calles, así como mejoras de eficiencia energética, instalación de rampas y ascensores, la construcción de la biblioteca en Teis, la finalización de la Vía Verde hasta Chapela o el desarrollo del ámbito de la antigua Panificadora.

La modificación de crédito ha contado con los votos a favor del PSOE, la abstención del PP y el voto contrario de Marea de Vigo y BNG. El concejal de Hacienda, Jaime Aneiros, ha defendido esta modificación, fruto de la "buena gestión" que el gobierno local hizo "de los ahorros" de los vigueses, y ha subrayado que las actuaciones previstas permitirán "reactivar la economía" de la ciudad, ya que son obras "generadoras de empleo y riqueza". "Esto es lo que quiere Vigo", ha sentenciado.

En la misma línea, el portavoz del grupo socialista, Carlos López Font, ha señalado que estas obras "son lo que mandataron los vigueses" cuando dieron su apoyo mayoritario a Abel Caballero en las últimas elecciones municipales.

Además, el edil del PSOE ha rechazado las críticas de la oposición (por no usar esos remanentes para gasto social o para ayudas a comerciantes y hosteleros), y ha incidido en que esas áreas de actuación son competencia de la Xunta. "Lo que hay que reivindicar a la Xunta es que, el día que decreta el cierre de la hostelería, tenga un plan para ayudar al sector", ha zanjado.

Críticas de la oposición

Por su parte, el portavoz del grupo municipal del PP, Alfonso Marnotes, ha puntualizado que el hecho de que Vigo disponga de tantos remanententes se debe a que el gobierno de Abel Caballero "no fue capaz de invertir lo que los vigueses pagaron". "Y ahora quiere gastar en un año lo que no invirtió en 13", ha criticado.

Además, ha cuestionado que las inversiones se hagan "solo en obras" y "no en ayudas al comercio o la hostelería, o en política social". "¿Qué urgencia hay en cubrir un tranvía, que no es de Vigo, que vino de Lisboa, y fue un regalo de la concesionaria Vitrasa en la última campaña electoral?", ha preguntado, haciendo alusión a una de las actuaciones previstas con cargo a esos remanentes.

El portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, ha lamentado que el gobierno local plantee estas inversiones "para una ciudad que ya no existe" tras la pandemia. Así, ha reconocido que, dentro de las obras previstas, hay algunas actuaciones que son urgentes, pero ha preguntado por qué no se contemplan partidas para servicios sociales o ayudas para pymes, comerciantes y hosteleros.

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"Es una vergüenza con la que está cayendo. Hagan una encuesta y pregunten, porque no hay nadie que piense que lo importante ahora son las luces de Navidad", ha proclamado, y ha denunciado que ese dinero cambiará de manos, "de los bancos a los constructores". "Somos el único ayuntamiento que va a usar sus remanentes y en los que las partidas sociales son cero", ha criticado.

Mientras, el concejal del BNG, Xabier Pérez Igrexas, ha presentado una propuesta alternativa (que fue rechazada) para destinar ese dinero a otros fines, como ayudas extraordinarias por 10 millones para los sectores económicos que más sufren las consecuencias de la pandemia, ayudas a la cultura (2,5 millones), ayudas para garantizar viviendas a familias vulnerables (6 millones), ampliación de los sistemas de atención social, o recursos para los colegios públicos. "Estos 33 millones deberían ser para paliar las consecuencias de la pandemia, eso sería mucho más productivo", ha recalcado.