“Tengo más ganas de llorar que de hablar”. Fue la respuesta de uno de los empresarios del ocio nocturno que participaron ayer en la concentración delante de las oficinas del Sepe (Servicio Público de Empleo Estatal) de Vigo para implorar ayuda ante el viacrucis que les ha tocado vivir. Es el enésimo SOS que lanza el sector, damnificado por la pandemia del coronavirus. Ayer, más de una treintena de profesionales de este gremio y de la hostelería se citaron en la sede de Cánovas del Castillo. La protesta, que se prolongó durante media hora y se celebró en más de 50 ciudades de toda España, culminó con la entrega de una carta al director del organismo en la que aparecen señaladas las peticiones de un colectivo que lucha por no fallecer tras varios meses de cerrojazo.

El portavoz de APEMER (Asociación Provincial de Establecimientos Musicales y Espectáculos Reglados), Carlos Veleiro, leyó un manifiesto en el que se recogen las exigencias del sector: extender la vigencia de los ERTE hasta el 9 de mayo durante todo el período de estado de alarma y toque de queda, activar ya el pago único de todos los errores cometidos por el Sepe durante la primera fase de los ERTE y que se liquiden todas las cantidades pendientes a los trabajadores del ocio y la cultura afectados por el cierre de sus empresas, fijar los criterios de aplicación e interpretación de los diferentes tipos de ERTE en el sector y recuperar las exenciones al 100% de las cotizaciones sociales de los trabajadores afectados por el cierre de las empresas tras el toque de queda. “Mientras tengamos aliento, vamos a continuar haciendo el ruido que sea necesario para reivindicar nuestros derechos”, afirmó el vocero de la entidad.

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Empresarios y trabajadores del ocio nocturno frente a las oficinas del SEPE en Vigo Mar Mato, Borja Melchor

Carlos Rodríguez, presidente de APEMER, fue el encargado de entregar la carta al director del Sepe. Minutos antes, aseguraba que la situación del sector es “muy delicada” tanto para los empresarios como para los trabajadores. “Hay empleados a los que el Sepe les sigue debiendo dinero de varios meses, no está cumpliendo. Desde el cierre de mediados de agosto, solo han recibido la parte proporcional de 15 días de ese mes, nada más”, advertía. Padece esta coyuntura en primera persona en dos locales de la ciudad: Island Club –en Praza da Estrela, abrió un mes en verano– y Cuarenta –en Rosalía de Castro, no abre desde marzo–. En las cuentas, una inversión de “casi 15.000 euros” para adaptar ambos espacios a la normativa sanitaria sin poder abrir los negocios y con más de 20 empleados en ERTE. “Tengo que seguir pagando las facturas y el alquiler. Estoy negociando con los propietarios para conseguir un acuerdo y rebajar la renta, a ver si puedo recibir las ayudas de la Xunta para poder hacer frente al pago”, anotaba.

Uno de los empleados de Island Club, Geron Cantero, se presentó en la concentración para mostrar el malestar del colectivo, que sufre una situación “nefasta”: “Desde agosto, solo he cobrado 15 días de prestación. No sé cómo afrontaré el próximo mes”. A unos metros, estaba Luisa Estévez, propietaria de la discoteca Barrocco, en Areal: “Soy autónoma. El negocio es mi única fuente de ingresos”. En representación de los locales de Teis, acudió Aquiles Martínez, gerente del restaurante Ben Feito: “Debemos apoyar a los compañeros en esta coyuntura”.

El presidente de la Federación Provincial de Hostelería, César Sánchez-Ballesteros, quiso acompañar a los profesionales del ocio nocturno para exigir que “se agilicen” las gestiones de los ERTE. “El sector tiene muchas dificultades, a muchísimos trabajadores les está costando llegar a final de mes. Se están ahogando. Es un problema que se agravará con la cantidad de establecimientos hosteleros que tienen que presentar ERTE a los empleados por el cierre, hay que reforzar el servicio para dar solución a tantos afectados”, denunció.