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¿Hasta cuándo contagia un positivo? ¿Cuánto es inmune?

Microbiología del Chuvi logra la beca más cuantiosa de la ACIS para investigar en Covid | Busca describir el modelo de infección

Realización de análisis de pruebas del Covid en el laboratorio del CHUO.

La Axencia Galega para a Xestión do Coñecemento en Saúde (ACIS) lanzó en verano una convocatoria de un millón de euros en ayudas para reforzar la investigación sanitaria con motivo de la pandemia. Dentro de este programa Traslacional Covid-19, la Fundación Biomédica Galicia Sur es la institución gallega que más fondos recibe, con el apoyo a cuatro proyectos. La beca más cuantiosa de todas es para el Servicio de Microbiología del Chuvi, que en un ambicioso proyecto trata de describir el modelo de esta infección, desentrañando campos en los que todavía hay muchas incógnitas como durante cuánto tiempo es contagioso un positivo, cuánto mantiene la inmunidad frente al nuevo coronavirus o qué características definen cada cepa y cuáles son las más agresivas.

El proyecto SARs-CoV-2 Inmod, que ha recibido 76.700 euros de ayuda, está liderado por el jefe de Microbiología, el catedrático Benito Regueiro, y los doctores Xurxo Cabrera y Sonia Pérez. En él también participan los servicios de Análisis Clínicos, Medicina Preventiva y Medicina Interna del complejo. Seguirán en todas las fases de la infección a un centenar de contagiados con perfiles variados que la superen. A su favor juega que los pacientes están mostrando una “actitud ejemplar” y aceptan participar en todo lo que sirva para luchar contra este enemigo común a toda la humanidad, destaca el doctor Cabrera.

La investigación, cuya toma de datos se prolongará durante un año, tiene tres pilares. El primero se refiere a cuánto tiempo se tarda en eliminar el virus. El microbiólogo explica que han tenido casos en los que detectaban la presencia del coronavirus –su ARN– mediante PCR durante 60 días. El paciente seguía dando positivo incluso cuando el virus estaba muerto y ya no era contagioso, por la gran sensibilidad de estas pruebas. Para ver si es aún infeccioso hacen un cultivo celular: poner la muestra junto a células susceptibles para ver si se infectan. Pero esta técnica clásica tiene sus limitaciones. Los investigadores quieren ver qué niveles tienen que detectar para determinar que una persona aún lo transmite. Son respuestas que hoy todavía no hay. Para ello, tomarán muestras nasofaríngeas y de saliva a los pacientes cada semana.

La segunda pata del estudio es la respuesta inmune. Quieren ver cuándo aparece, cuánto persiste y qué eficacia tiene. Por un lado, medirán en la sangre la presencia de anticuerpos. Los más conocidos, la IgG y la IgM, pero también la IgA, que se produce en mucosas, de ahí la importancia de estudiarla en esta infección que se concentra tanto en esta zona.

Los anticuerpos del coronavirus tienen una persistencia media-corta. Pero aunque estos ya no sean detectables, se ha visto que hay gente con una protección adicional, a nivel celular. La repuesta autoinmune va madurando. El organismo, ante un virus nuevo, genera un batallón de anticuerpos variados. Es una defensa potente, pero poco específica. Va seleccionando aquellos que funcionan –puede tardar entre 3 y 4 meses–. Y aprende. Son las células B de memoria que siguen “patrullando” una vez superada la infección y, si el paciente se reinfecta, despliega una defensa rápida y, en esta ocasión, muy eficaz por su especificidad. ¿Pasa en todas las personas? Es una de esas incógnitas sobre las que el estudio quiere arrojar luz.

El tercer pilar de la investigación lo podrán desarrollar gracias a la reciente incorporación de equipos de secuenciación genómica de última generación en los laboratorios de la fundación. Seleccionarán las cepas, secuenciarán el genoma de estas muestras y las cruzarán con datos como el sexo, la edad, la evolución o la gravedad de la infección en cada paciente, con la finalidad de buscar las características que las diferencia.

La investigación puede ofrecer una gran cantidad de información útil para predecir la evolución de la pandemia, para contribuir a optimizar las vacunas, para diseñar estrategias de salud pública o para disponer de virus de diferentes cepas cultivables y útiles para otros estudios, entre otras.

Primera bajada de casos activos en un mes y cuarto geriátrico con mayores afectados

Veintisiete positivos menos por Covid-19 en plena infección. Según el último parte del Sergas, el área sanitaria viguesa registró el sábado –datos de las 18.00 horas– la primera bajada en el número de casos activos en un mes. La cifra cae a 2.503. El número de curados (141), superó al de nuevos diagnósticos de Covid-19 (114). Se detectaron 50 infectados menos que en la media diaria de los últimos siete días. Y no porque se realizaran menos pruebas. Fueron 1.990, en el promedio semanal. Otro buen dato es que el porcentaje de test que resultan positivos sigue cayendo por cuarto día consecutivo. Es de 6,4%. Cuanto menor sea, indica que menos casos se escapan. En los hospitales se liberaron seis camas, al bajar a 85 los ingresos. En UCI, sin embargo, entraron dos más y ya son 18. La cifra más alta en esta segunda ola y el doble que ocho días antes. La mala noticia es que dos mayores de la residencia Bo Día, de Nigrán, están contagiados. Es la cuarta del área en la que el virus afecta a sus usuarios en esta segunda ola. Por municipios, Cangas abandona el color rojo de incidencia 21 días después. También Moaña mejora y se pasa al naranja.

El inicio del ensayo con pacientes del plasma hiperinmune, para este mes

Galicia cuenta con más de 300 dosis de plasma de personas que superaron la infección Covid-19 y que se ha preparado para tratar a pacientes graves. En el pasado mes de abril, se dieron los primeros pasos para obtenerlo, con las primeras donaciones de pacientes en el área sanitaria de Vigo. Se llegó a emplear con diez personas por “uso compasivo”, al no funcionar otras terapias. Pero la tregua que la pandemia dio en verano impidió poner en marcha de manera formal el ensayo clínico con pacientes. Esperan poder iniciarlo este mes. El proyecto Plasma-Gal, liderado por la Fundación Biomédica Galicia Sur y, en concreto, por la jefa de Hematología, la doctora Carmen Albo, es uno de los diez seleccionados por la ACIS en su convocatoria de ayudas para investigar el Covid-19. Concede 66.449 euros a este estudio en el que participan los hospitales cabecera de cada una de las siete áreas gallegas. Están resolviendo las cuestiones burocráticas que rodean los ensayos con pacientes y esperan resolverlas a lo largo de noviembre. Está contemplado para 200 casos. Este plasma hiperinmune, para disminuir la mortalidad, se debe emplear de forma precoz, al inicio de los síntomas y cuando haya algún dato que permita predecir que el paciente sufrirá la infección de forma grave –edad, patologías crónicas...–. “Si ya se ha desarrollado el proceso inflamatorio, introducirle estos anticuerpos ya no tiene razón de ser”, explica la doctora Albo.

Muestras de 1.500 infectados para descubrir cómo circula el virus por Galicia

El laboratorio de Filogenómica de la Universidad de Vigo se ha propuesto revelar cómo el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, se ha movido por Galicia en los últimos meses cruzando la información genética de muestras facilitadas por contagiados con los datos de su residencia habitual y otra información aportada por los rastreadores. Se trata del proyecto Epicovigal que, a través de la Fundación Biomédica Galicia Sur, y es otro de los diez becados por la ACIS. Su investigador principal, el catedrático David Posada, explica que los 75.445 euros concedidos –que se suman a los 170.000 que consiguió del Fondo Supera– les servirán para estudiar más muestras. Inicialmente, estaba pensado para 1.000. Ahora espera alcanzar las 1.500. Con estos fondos, podrá contar con más personal que les ayude en la tarea de gestión y coordinación de los participantes en la investigación: el Cinbio, los siete hospitales de referencia de Galicia, el grupo de José Castro Tubío en la USC, el laboratorio de Bases de Datos de la UDC, el Cesga y los tres institutos de investigación sanitaria. Posada avanza que, en los dos primeros meses de los 16 que dura el estudio, ya han reunido casi mil muestras y “todas las pruebas han ido bien”. Utilizarán la información genética del virus para entender cómo se movió por Galicia y cuándo. Servirá para relacionarlo con las medidas sanitarias implantadas en cada momento y comprobar si fueron efectivas. También determinará si hay mutaciones más agresivas.

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