De ser casi una curiosidad, una campaña importada sin pena ni gloria de EE UU a convertirse, en cuestión de años, en una cita con más peso incluso que el inicio de las rebajas. La del Black Friday –el rebautizado como “viernes negro”– en Vigo ha sido la historia de un viaje que pasó de cero a cien en apenas un lustro. Al igual que le ocurrió a Semana Santa y la temporada de verano, en 2020 su alcance se verá marcado sin embargo por el Covid-19. Las asociaciones de comerciantes de la ciudad avanzan que las tiendas aplicarán probablemente descuentos, pero reconocen también que la repercusión y éxito de la campaña están plagados de dudas.
No se sabe cuánto pesará el cierre perimetral, el efecto de los ERTE o el golpe que la pandemia ha asestado a un sector como la hostelería, con un peso clave en la economía de la ciudad. Lo que sí tienen claro la mayoría de negocios es que una de sus grandes aliadas serán las plataformas on line. La venta a golpe de “click” gana enteros desde hace años, pero es ahora, en plena crisis sanitaria, cuando se ha reivindicado: permite comprar desde casa, sin pisar la calle.
“La venta on line va a ser clave esta campaña”
“La venta on line va a ser clave esta campaña”, reconoce Roberto Giráldez, gerente de la asociación de comerciantes de Teis y de su mercado, quien explica que los negocios apuestan cada vez más por las plataformas e incluso por la comunicación a través de WhatsApp con sus clientes. Si en febrero la vía digital representaba el 20 o 30% de la actividad, abunda, ese porcentaje ha llegado a triplicarse. “El crecimiento se mantiene de manera exponencial”, reconoce. El mejor ejemplo es que los comerciantes del barrio ultiman su propia plataforma: Mercadodeteis.es, a la que dan los últimos retoques para su puesta a punto durante las próximas semanas y que ya se puede consultar. Sobre el alcance del Black Friday, Giráldez reconoce que el sector lo encara con dudas.
Los negocios de Teis no son los únicos que han apostado por echar mano de la venta on line. En mayo la Asociación de Comerciantes de y Empresarios de Torrecedeira, Camelias y Pi y Margall presentó un “escaparate” virtual que bautizó con el acrónimo de la propia organización: Acemto. Entonces, en fase todavía de ensayo, la herramienta aglutinaba 80 negocios. Hoy, detalla el presidente de la asociación, José Carlos Fernández, son ya más de un centenar. “Cada día avanzamos más con la herramienta”.
“Si se celebra tiene que ser un ‘viernes negro’ del pequeño comercio, haciendo la llamada de que la gente compre en los negocios de sus zonas”
La campaña de Black Friday de 2020 sin embargo se parecerá poco a la de los últimos noviembres, abunda el responsable de Acemto. Las tiendas necesitan vender para reforzar sus cajas y los descuentos son un gancho, pero no hay planificadas grandes campañas de marketing ni despliegues como los de los últimos años. “Si se celebra tiene que ser un ‘viernes negro’ del pequeño comercio, haciendo la llamada de que la gente compre en los negocios de sus zonas”, aboga Enrique Núñez, gerente de Centro Príncipe, quien reconoce en cualquier caso que lo más probable es que se apliquen descuentos.
Descuentos de más del 30%
“Se aplicarán descuentos. Al final los grandes lo hacen y no te puedes quedar atrás”
Según sus estimaciones, las rebajas de precios superarán el 30%. La federación, que ayer solicitó a través de un comunicado “medidas urgentes” de ayuda para su sector y la hostelería –como la exención de tassas municipales, campañas promocionales o el aplazamiento de créditos ICO– calcula que si antes de marzo disponía de venta on line el 20% del pequeño comercio, hoy alcanza ya al 80%. “El interés de las empresas ha aumentado por el Covid-19”, comenta Fernández.
Destaca también la progresión de DBarrio, la plataforma de compra on line y a domicilio “made in Vigo” que está consiguiendo expandir su campo de acción a otros municipios de fuera de Galicia. En mayo sumaba 300 negocios en la ciudad. Hoy su base da datos ronda los 800, de los que cerca del 80% se sitúan en el entorno de Vigo. “Empezamos hace un año y el ritmo que tenemos ahora es de locura”, explica Pablo Sánchez, su responsable. Además del comercio, ha visto también cómo aumentaba el peso de la hostelería con altas diarias. El cerrojazo decretado por las autoridades, de hecho, limita la actividad del sector a la venta a domicilio o la recogida de productos para llevar.
