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La (otra) pandemia que sacudió el Vigo de 1598

Antonio Giráldez presenta su primera novela, centrada en la peste que azotó la villa a finales del XVI y la figura del prior Servido

Giráldez (derecha.) entrega un ejemplar del libro a Alonso, actual párroco del templo. | // ALBA VILLAR

La realidad en ocasiones –como dicta el manido proverbio– supera a la ficción. Incluso cuando la realidad parece sacada de las páginas de un thriller y quien la vive dedica su tiempo, precisamente, a escribir ficción. En marzo el historiador Antonio Giráldez Lomba estaba enfrascado en la elaboración de su primera novela cuando el Gobierno decretó el estado de alarma para atajar la escalada del Covid-19. La coincidencia no tendría mayor interés si no fuera porque el relato al que estaba dando forma Giráldez, profesor y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses, tenía como telón de fondo otra pandemia, una crisis sanitaria que castigó el Vigo de finales de XVI apagando vidas por centenares: la peste de 1598. Por obra y gracia del Sars-cov-2, la ficción que Giráldez reconstruía en sus páginas tras una intensa labor de documentación pasó a replicarse en la realidad. El aislamiento obligado de 1598 tuvo su eco en el confinamiento de 2020. Las separaciones que aconsejaba el juez de la villa hace 422 años, en la distancia social que demandaba el Ministerio de Sanidad a través de televisiones y webs. Y el cierre de mercados y plazas, en la clausura forzada de todo negocio que no figurara en la lista de excepciones recogida en el BOE.

El resultado de ese concienzudo trabajo de documentación y escritura se recoge en el libro 1598: La peste en Vigo, publicado por Editorial Elvira y que Giráldez presentará esta tarde, a las 19.00 h, en un acto en el auditorio municipal de Praza do Rei. El Covid-19 se cruza en el camino de la novela incluso en su misma puesta de largo: a causa de las restricciones de aforo motivadas por el coronavirus, quienes quieran acudir al acto deberán enviar antes un correo con sus datos y número de teléfono a editorialelvira@gmail.com. A la presentación asistirán, entre otros, el alcalde, Abel Caballero; el cronista oficial de la ciudad, Ceferino de Blas; y el editor de Elvira, Xabier Romero.

Aunque el Sars-cov-2 se haya colado de lleno en la trayectoria del libro y Giráldez incluso lance algún guiño a la pandemia de 2020 en sus páginas, la historia de la novela arrancó mucho antes de que el Covid-19 formase parte del lenguaje diario y acaparase titulares. Su semilla la sembró Antonio hace más de un año, antes del verano de 2019, cuando decidió concursar en el certamen literario Vigo Histórico con un relato que tituló Diario de un prior. El texto gustó y pasó a formar parte de la antología elaborada por la editorial. A su autor le dio pie sin embargo a ir un poco más allá y expandir su historia a lo largo de más de 150 páginas. El protagonista es el mismo: Gregorio Servido, prior de la Colegiata de Santa María, la nueva basílica de Vigo. Además de clérigo, Servido ejerció como cronista circunstancial de una época apasionante para el sur de la provincia: los años en los que los vecinos de la villa vieron cómo el pirata Frances Drake arribaba a las costas de Vigo, se padecía una hambruna atroz... O se extendía por las calles una peste mortífera que –según la documentación que se conserva de la época– dejó a Vigo con apenas una veintena de hogares.

“Opté por la figura de Gregorio Servido porque es un personaje real e irresistible –explica su autor–, al ser prior de la iglesia de Santa María se convirtió en la mejor persona en el mejor lugar para hacer un recorrido por las vidas y los sucesos de la villa”. El telón de fondo de la obra lo tejió Giráldez con horas y horas de investigación en archivos, como el municipal o el diocesano. De ellos bebe la narración que tejió tirando de ingenio e imaginación. “A medida que te vas zambullendo en la investigación compones un puzle. Yo me di cuenta de que daba para mucho más que un pequeño relato”, comenta. En vez de volcar los contenidos en un ensayo, género que conoce y domina a la perfección –Giráldez Lomba es autor de media decena de monografías y muchos más artículos–, optó por echar mano de la ficción. “Quería llegar a un público más amplio y lo cierto es que es mucha más gente la que lee novela que la que lee ensayos. Quería contar la historia de forma amena y la forma más amena es esta”, comenta.

El Covid acercó aún más la historia a los lectores del siglo XXI. “El coronavirus ofrece una especie de espejo en el que mirar, un retrovisor. La tecnología ha cambiado, es cierto, pero los miedos de las personas no tanto”, reflexiona el autor. Aunque el temor a la pandemia, el aislamiento, lo desconocido, la muerte o la pérdida que pudieron sentir los vigueses de 1598 no diste mucho de las emociones de sus sucesores actuales, sí que hay diferencias sustanciales, aclara Giráldez. Entre las principales destaca la ciencia, la medicina. “Ha ayudado muchísimo. Ahora necesitamos de una vacuna fiable. Esa esperanza no la tenían en 1598. Se encomendaban a la religión”, comenta. La falta de recursos hizo que la peste de finales del XVI fuese devastadora para la villa. Aunque no se conservan censos que aporten una imagen exacta del número de bajas que padeció Vigo hacia 1598 –tampoco el Vigo de entonces coincide con el de hoy–, sí se sabe que antes de la pandemia figuraban 800 hogares censados y al final de la crisis quedaban 22. El número de fallecidos rondaría los 3.500. “Es una barbaridad, pero entonces no había vacunas, ni más tratamientos paliativos que las sangrías y el consuelo espiritual”, explica.

Para cerrar el círculo, la semana pasada, días antes de presentar de forma oficial el libro, Giráldez quedó con el actual párroco de la basílica de Santa María, Moisés Alonso, sucesor de Servido, para entregarle un ejemplar. Durante la entrevista hablaron sobre la novela, sobre la pandemia y el futuro. “Habrá más primaveras”, comentó Alonso. 1598 ofrece un buen ejemplo.

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