Con casi cien años y tras décadas en Barrio do Cura, Argentina Fernández hizo el año pasado las maletas para mudarse al centro de Vigo. El cambio de vida no fue un paso sencillo –explica–, pero decidió darlo para facilitar que el que fue su barrio durante cerca de 50 años pudiese afrontar a su vez otro cambio: reconvertirse en la gran urbanización proyectada por Gestilar. Fernández alcanzó un acuerdo con la promotora, empaquetó sus cosas y en diciembre de 2019, con 97 años, se trasladó a un edificio del entorno de Doctor Cadaval. En el inmueble residen también sus sobrinos y Argentina reconoce las ventajas de vivir en un edificio con ascensor, pero recuerda aún con cariño su anterior casa, en el nº 10 de Santa Marta. Allí montó un hogar con su marido José, fallecido hace dos décadas; trabó amistad con sus convecinos y vio cómo crecían los pequeños del barrio. “Estuve muy bien. Los vecinos eran buenísimos y la zona tenía buenas vistas”, rememora. Aunque Argentina explica que jamás tuvo problemas, ni en los peores años del asilo, admite que sintió pena cuando las monjas se mudaron a Alcabre en 2001. “Las veía en misa y también desde casa. Las eché mucho de menos. Daban mucha vida a la zona”, rememora. Tras una vida en la zona, ver algún incendio, la okupación del asilo y el inicio de las obras, ahora estrena nueva etapa frisando la centena en Doctor Cadaval.