Una “recomendación” que no conlleva una obligatoriedad. La Consellería de Educación ha querido precisar que la realización de test PCR a los monitores que van a controlar al alumnado que acuda a los comedores escolares gestionados por Foanpas es una “recomendación”, por lo que no existe una obligación para su realización.

Esta concreción llega a colación de la denuncia de un anpa de la ciudad –reclamación a la que se suscribió el colectivo de padres y madres de alumnos de Vigo– que aducía a esta cuestión y a cambios constantes en el protocolo de actuación en el comedor –y que debe ser aprobado por la dirección del centro e Inspección Educativa– que impedían poner en marcha este recurso en favor de la conciliación en este colegio de Beade. Desde Educación destacan además que existe una “colaboración” entre este departamento, Sanidade y Anpas para seguir trabajando en este asunto.

Actualmente son 18 los centros de Educación Infantil o Primaria que todavía no han abierto sus comedores escolares desde el principio de curso, hace ya mes y medio.

En su denuncia, lamentaban la “insostenible” situación de muchas familias que veían incapaces de conciliar su vida familiar con la laboral. “ Nuestros hijos llevan desde que empezaron las clases sin comedor, lo que implica que las familias estamos sufriendo las consecuencias, pedir reducción de jornada laboral, dejar antes nuestros trabajos, pagar a terceros para que los recojan a la hora de comer, etc”, comentaba la presidenta del anpa de este centro, el CEIP Otero Pedrayo, lo que motivó incluso que varios padres se dieron de baja del colegio por carecer del servicio.

Lo cierto es que las trabas o contratiempos a la hora de reabrir los comedores gestionados por las anpas provocó que el número de niños que se beneficiaban de este recurso cayese un 30%: de los 2.300 habituales bajaron a los 1.400- 1.600 alumnos. De ahí la negociación con la empresa de catering Arume, que ha tenido que subir algo los precios para hacerlo viable. Sin embargo, el presidente de Foanpas, Miguel Álvarez, agradeció la buena disposición de Arume y que la subida en el menú diario ha sido pequeña, de poco más de 20 céntimos.

La idea inicial del colectivo, siempre y cuando no vuelvan a aparecer nuevas discrepancias con la administración autonómica, es que la próxima semana abran los comedores de una decena de centros, dos meses después del arranque de las clases. “Yo lo que transmitiría es que nuestros comedores son bastante más seguros que los otros. Tienen mejor ratio, tienen educadoras… ¿por qué? Porque ya era así el contrato de base que teníamos. Y luego vamos a ayudar en aquellos comedores que necesiten más tiempo, una monitora se va a implementar dentro del escaso presupuesto que manejamos”, explica el presidente Álvarez.