Rodrigo Arbones Alonso, fallecido el pasado domingo, recibió ayer el último adiós de su ciudad, obligatoriamente íntima por las medidas sanitarias que impone el Covid. Arbones murió con 82 años a consecuencia de una fatal caída en las escaleras de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Soledad, el mismo templo donde se celebró ayer el funeral. El que fuera promotor, presidente del Celta y del Club Náutico descansa ya en paz en el Cementerio de Pereiró.