La implementación de la alta velocidad entre Lisboa y Oporto y la creación de una nueva línea ferroviaria entre Oporto y Vigo son las dos principales inversiones previstas por el Gobierno de Portugal para la próxima década, en la que el país espera modernizarse con una inversión de 43.000 millones de euros dentro del 'Programa Nacional de Inversiones 2030'.

Este proyecto permitiría introducir la alta velocidad en Portugal conectando sus dos principales ciudades: Lisboa y Oporto, un trayecto que pasaría de las actuales tres horas a una hora y 15 minutos con trenes que alcanzarían velocidades de entre 220 y 250 kilómetros por hora.

Lograrlo exigirá una inversión de 4.500 millones de euros, lo que la convierte en una línea "cara", ha admitido el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, pero que como contrapartida provocará "un cambio estructural" en la conexión entre esas y otras ciudades, como Coimbra, que estará a apenas media hora de Oporto.

La otra gran prioridad en este apartado es la nueva línea Oporto-Vigo, trayecto que pasaría de las actuales dos horas y media a apenas 55 minutos para promover el acceso a "una región de España con la que Portugal tiene fuertes conexiones", en palabras del ministro. La primera fase será el tramo Braga-Vigo, que se espera se realice en 35 minutos.