La posible apertura de expedientes a cinco familias de Vigo por no llevar a sus hijos -que padecen enfermedades pulmonares o neurológicas o conviven con personas de riesgo- al colegio en tiempos de pandemia global ha dado todavía más eco a un debate que se atisba desde antes del inicio del curso académico. La Federación Olívica de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos de Vigo e Comarca (Foanpas) se muestra del lado de los progenitores que se han negado a que sus pupilos vayan a los centros educativos para evitar contagiarse del Covid-19. Su portavoz, Bertila Fernández, asegura que existen "decenas" de casos en el área olívica y apela al derecho de las personas a la salud, que es "el más importante".

"Estamos hablando de un problema serio; el ámbito educativo no puede estar de espaldas. Hay que proteger a las familias y la Xunta tiene los medios para hacerlo: es tan sencillo como habilitar la atención online. Hay un grupo de profesores en Vigo cuya función es dar clases a niños que no pueden asistir a los centros, pero falta intención; la atención domiciliaria es un riesgo, ya que deberían entrar los docentes a casas ajenas", defiende la portavoz, quien anota que la entidad ya le ha enviado escritos a la Consellería de Educación y a la Jefatura Territorial para que "revisen la normativa y la adapten" a la coyuntura actual.

"Siempre que se pueda acreditar vulnerabilidad sanitaria, hay que respetarla: los médicos que emiten los informes saben lo que hacen. Si no se les da una solución a las familias, existirá abandono institucional. Sabemos que Inspección está presionando a padres y madres para que envíen a los menores a los centros educativos. ¿Dónde quedan la empatía y la sensibilidad del ser humano? Pedimos a la Xunta que respete a las familias y a los niños. Estamos hablando de vidas humanas", sostiene, a la vez que recuerda la postura de la Fiscalía General y de la Abogacía del Estado al respecto de este tema, que contemplan las circunstancias de pandemia como causa de justificación del absentismo para casos concretos. "Entonces, ¿a qué estamos esperando? ¿A enviar un ramo de flores y a dar el pésame? El panorama es así de crudo, si no lo fuera, las familias no se mostrarían tan preocupadas", declara Fernández.

La portavoz de Foanpas también pone el foco en la "presión emocional" que tendrían que soportar los chavales con enfermedades o familiares de riesgo si fuesen al colegio: "¿Y si contagian a sus padres o a sus abuelos al llegar a casa? Hay que evitar que pase esto a toda costa".

Bertila Fernández avanza que Foanpas elaborará un censo numérico a lo largo de esta semana para conocer el alcance concreto de esta problemática. En esta relación, se garantizará una "absoluta discreción e intimidad". Por ello, la entidad hace un llamamiento a las familias que no estén llevando a sus pequeños al colegio o instituto por causas derivadas de la pandemia: "Pedimos que se comuniquen con nosotros a través del correo electrónico foanpas@foanpas.com o por vía telefónica -986 29 88 12-. Por ahora, tan solo conocemos los casos directos de padres y madres que nos han contado sus historias.

"Esto es un sinvivir"

C.O. es una madre de Vigo que no lleva al instituto a su hijo de 12 años. Para preservar su identidad y no sufrir consecuencias por hacer pública su situación, ha preferido ser identificada solo por sus iniciales. La abuela del menor, de 90 años y con la que conviven, padece patologías graves: coronaria y respiratoria. El coronavirus podría ser letal para ella, por lo que la familia ha preferido que el menor se quede en casa ante el riesgo de contagiarse en el centro educativo, decisión que, según la familia, ya ha sido avalada por facultativos.

"A pesar de haber presentado en el IES informes médicos que recomiendan no asistir a clase a mi hijo, Inspección nos amenaza con la apertura del expediente por absentismo; es un sinvivir", lamenta antes de señalar que ella es la primera que quiere que el chaval asista a las aulas, algo que cree imposible en el actual contexto de pandemia: "Hay que cuidar a nuestros mayores; no meto a mi madre en la residencia por el miedo a que se contagie... imagínate que la contagia su nieto. Yo claro que quiero que mi hijo vaya a clase. Si la situación mejorase, no tendría inconveniente. Es un momento muy complejo y delicado, no podemos vivir así, se nos tiene que escuchar, no amenazar".

Para que el joven siga estudiando, la familia ha tenido que recurrir a profesores particulares, lo que se traduce en un gasto mensual que puede alcanzar los 300 euros. Los docentes conectan con el alumno de forma telemática, modalidad que, precisamente, demanda al centro educativo para que el menor pueda seguir las materias que se imparten en su instituto. "Nuestro caso es un ejemplo más de los muchos que hay. Queremos que se active la teledocencia", explica C.O.

"Estamos en el limbo"

Los hijos de Cristina C.S., de 10 y 13 años, no han ido este curso a clase. Su padre padece problemas neurológicos y respiratorios. "Si lo contagian, se va a la UCI de cabeza", subraya la madre, que ya ha solicitado a los centros educativos en los que están escolarizados los menores que hagan lo posible para que puedan seguir las materias de forma telemática. Por ahora, lo hacen desde su casa. Han reconvertido una cocina en sala de estudio y se relacionan con los profesores por medio de encuentros online.

"El temor que tenemos es que pretendan abrir expedientes por absentismo; por ahora, no nos han dicho nada al respecto. Solo pedimos una respuesta diferenciada que nos permita tener a nuestros hijos escolarizados de forma alternativa, lo necesitamos. Mis hijos tienen derecho a la educación y el sistema se lo está negando. No sé si pueden evaluarlos en estas circunstancias, estamos en el limbo. Mi actitud no es beligerante, solo quiero que mis hijos encajen en el sistema", afirma.

Cristina C.S. asegura que los propios chicos comentaron antes del inicio escolar que preferían no ir a clase por temor a contagiar a su padre. "Y si les dejamos ir al colegio e instituto y lo contagia alguno de ellos, ¿quién se responsabiliza del impacto emocional? Si fallece, ¿quién cubre eso? Soy la primera que quiere que vuelvan al colegio, soy profesora de Infantil y sé lo precioso que es estar en el centro y disfrutar de las relaciones con otros niños. No van porque la situación de su padre no es de broma", advierte.