Rodrigo Arbones Alonso, promotor y constructor inmobiliario, falleció en la mañana de ayer a causa de un accidente ocurrido a la salida el templo de La Soledad, en O Castro. El empresario, que tenía 82 años, sufrió una caída que le provocó un grave traumatismo craneoencefálico. Aunque fue atendido de inmediato por un médico presente en la zona y trasladado por una ambulancia medicalizada al Hospital Álvaro Cunqueiro, nada se pudo hacer por salvar su vida. El funeral se celebra mañana martes, a las 19.00 horas, en el mismo templo.

Su inesperado fallecimiento ha causado un hondo pesar en la ciudad, donde era muy conocido, no solo por su trayectoria profesional como promotor y constructor, sino también por su paso por la presidencia del Real Club Celta, en 1979, y del Real Club Náutico de Vigo, en 1995.

Nacido en 1938 en pleno centro de Vigo, comenzó su labor profesional en la inmobiliaria de su padre, Domingo Arbones Ledo, en los años 50. El periodista de FARO Fernando Franco publicó en enero de 20213 unas "memorias" de Arbones Alonso en las que el promotor explicaba que "a los 15 años ya lo ayudaba (a su padre) y recuerdo que en 1960 vendimos terrenos en la Gran Vía, zona Traviesas, a 75 pesetas metro".

Ya en 1962, con 24 años, se independizó y formó la inmobiliaria Durán y Arbones con Antonio Durán, aunque después formó parte de otras empresas del sector, algunas de ellas con su hermano Juan. Él mismo calculaba que desde entonces y hasta su jubilación en los años 90 pasarían de cinco mil los pisos en cuya construcción participó, en una época de crecimiento vertiginoso del parque de viviendas.

Su paso por el Celta, en 1979, fue calificado por él mismo como "de emergencia", sustituyendo en el cargo a su hermano Jaime, para resolver una grave crisis. "El celtismo me va en la sangre", confesaba en 2013 a Fernando Franco. No en vano, su abuelo Rodrigo Alonso Giménez-Cuenca fue en 1906 presidente, entrenador y delantero del Vigo, de cuya fusión con el Fortuna nació el club celeste. Fue secretario general del club con varios presidentes, siempre en Segunda División.

La presidencia del Real Club Náutico le llegó en 1995 en parecidas circunstancias, ya que la entidad arrastraba una notable deuda a la que se pudo hace frente con créditos personales de todos los miembros de la junta directiva que presidía Rodrigo Arbones Alonso.