Los depósitos de artillería que se encontraba en Vigo iban a ser clausurados y todo el material sería trasladado a la ciudad de A Coruña. Además, veinte soldados dejarían, en consecuencia, la ciudad. No se descartaba que en las siguiente semanas se produjeran más movimientos de fuerzas militares. El número de efectivos había aumentado de forma considerable en los últimos años y el Gobierno había decidido realizar reformas. Se habían ampliado las instalaciones de Pontevedra y también de A Coruña.
