Hace poco más de un mes Vigo y los municipios de su entorno funcionaban como una especie de isla respecto al resto de la comunidad gallega. Mientras en Ourense y A Coruña la pandemia estaba disparada, con constantes rebrotes, en el área viguesa la situación estaba controlada, no existía transmisión comunitaria y los nuevos casos llegaban a cuentagotas. Ahora la realidad es bien diferente, aunque los datos siguen siendo mejores que Ourense, Santiago de Compostela y A Coruña. Solo en una semana se han pasado de 477 casos activos con coronavirus a 632, es decir, 155 más. Y si miramos un poco más atrás, se han sumado 231 positivos activos nuevos en los últimos once días. Hay que tener en cuenta que en estas cifras ya se resta a las personas que estaban infectadas pero que ya han recibido el alta y que por tanto están curadas. Además, hay que señalar que el pasado viernes casi el 7% de todas las PCR que se realizaron fueron positivas.

El virus ha estado de dejar controlado: en verano los casos estaban muy acotados, mientras que ahora cada vez es más complicado realizar el seguimiento de todos los contactos de los positivos. Y es que solo en los dos últimos días se han producido 138 nuevos contagios, es decir, una media prácticamente de setenta diarios. En total, en la última semana se han producido en torno a unos cuatrocientos nuevos positivos en Covid-19.

Con 111.353 pruebas PCR y 49.053 test serológicos realizados desde el inicio de la pandemia, el área sanitaria mantiene casi inalterable su semáforo Covid, con Vigo, Cangas y Tomiño en alerta naranja y Redondela, Mos, Porriño, Salceda y Gondomar en alerta amarilla. El único cambio se produjo en Nigrán, que ha pasado del primer nivel de alerta al segundo, al igual que Vigo, Cangas y Tomiño, con entre 14 y 21 casos los últimos siete días.

La mayoría de las infecciones actuales en Cangas tienen que ver con el brote que se ha producido en los equipos de balonmano del municipio. Concretamente, entre el Frigoríficos del Morrazo y su filial, el Luceros, la cifra de contagios no ha parado de subir en los últimos días hasta llegar a los 17 actuales. Además, según apuntan fuentes del centro de salud cangués, varios contactos del entorno cercano de estos jugadores también han dado positivo. La competición se ha suspendido completamente, en consecuencia, tanto para el Frigoríficos del Morrazo como para el Luceros. Los primeros contagios se produjeron en el primer equipo, pero al compartir entrenamientos y pabellón con sus compañeros del filial, las infecciones también se extendieron al Luceros. La plantilla y el cuerpo técnico de ambos equipos permanece por tanto confinada y no podrán jugar los próximos partidos de su calendario de competición mientras dure la cuarentena y se solucione la situación epidemiológica. Al menos las próximas dos semanas no podrán jugar partidos, y todo dependerá del tiempo que lleve a los jugadores vencer la batalla al virus.

El principal problema del aumento de los contagios en Vigo y su entorno, tal y como ha venido informando FARO estos días, viene a raíz de las reuniones familiares y fiestas privadas de amigos. En este tipo de eventos, las medidas de prevención se relajan y, en muchos casos, desaparecen. Sin mascarillas, sin distancia social y sin la pertinente higienización de manos, la capacidad de transmisión del virus se dispara. Además, especialmente esas reuniones clandestinas de jóvenes, muchas de ellas en pisos de estudiantes universitarios donde se juntan a hacer botellón, son incontrolables para las fuerzas de seguridad. La Policía Local ha disuelto recientemente varias fiestas, incluida una en una residencia universitaria de la ciudad, con 18 jóvenes de entre 18 y 20 años apelotonados en una única habitación.

Otra de las intervenciones fue en un local en el que se estaba celebrando una celebración de cumpleaños, superándose el aforo del establecimiento y sin respetarse las medidas preventivas relativas al Covid-19. Concretamente, los agentes identificaron a 34 personas en dichas instalaciones. También tuvieron que acudir a un chalé de Canido, donde había otra fiesta con 17 jóvenes. Pero es muy complicado que puedan llegar a todo y para ello dependen, en la mayoría de ocasiones, de que los vecinos o testigos alerten de esa situación.

Las malas noticias llegaban ayer también desde los centros educativos del área de Vigo, donde se contabilizaron 16 nuevos positivos hasta llegar a los noventa. Los más afectados siguen siendo los IES de Beade y el Antón Alonso Ríos de Tomiño, que sumaron un nuevo contagio cada uno para un total de ocho y cinco respectivamente. El CPI de A Cañiza es otro de los que tienen más contagios, concretamente cuatro, y al menos dos de ellos entre el profesorado de la ESO, que ha obligado ha suspender las clases en los cursos de este nivel de educación durante los últimos días. No es el único centro afectado en A Cañiza, pues la Xunta informaba ayer de un positivo en el IES del municipio. Otro de los nuevos centros del área de Vigo con al menos un positivo es el IES Sangriña, en A Guarda.

Respecto a la situación en los hospitales vigueses, no hay cambios respecto a la jornada anterior. Hay 24 pacientes ingresados (veinte en el Álvaro Cunqueiro, tres en Povisa y uno en Vithas Fátima) y nueve de ellos están en la UCI. Hay que recordar que en lo que va de octubre ya se han registrado cuatro fallecimientos de personas infectadas por Covid-19. En total, desde el inicio de la pandemia, el área sanitaria de Vigo suma 139 víctimas mortales y 3.335 pacientes curados.