La expansión del virus se ha acelerado en la última semana en el área sanitaria de Vigo hasta alcanzar el mayor pico pacientes en fase activa de la enfermedad. Según el último parte del Servicio Galego de Saúde (Sergas), son 534. Uno de los indicadores de esta mala evolución es que más de la mitad de ellos -el 54%- fueron diagnosticados en los últimos siete días.

La comarca sumó 53 nuevos casos el último día. La tercera cifra más alta desde mayo. El ritmo de contagio no amaina. Son doce más que la media diaria de la última semana. En su gran mayoría, se debe a pequeños brotes familiares. De ahí la reciente restricción a diez personas en las reuniones familiares y sociales y la recomendación del Sergas de extremar las precauciones en estos ámbitos.

Así, en la última semana se declararon 287 contagios nuevos, casi el doble que la anterior -con 148-. El número de altas -159- no permitió compensar esta subida, como sí sucedió siete días antes. Desde finales de septiembre, las cuarentenas en Galicia son de diez días tanto para los positivos como para sus contactos estrechos. En el caso del os contagiados diagnosticados, si en los últimos tres días de este aislamiento no presentan síntomas, se les puede dar el alta sin necesidad de otra PCR. Si los tiene, se prolonga la cuarentena. Este nuevo protocolo ha contribuido a acelerar las altas.

Otro de los índices que permiten ver cómo está empeorando la pandemia y su control en el área sanitaria de Vigo es el porcentaje de los test PCR realizados que resultan positivos en los últimos siete días. A partir del 5% indica un problema. Que la infección va por delante del rastreo de casos. Según los cálculos que realiza el investigador de la Universidad de Vigo Daniel González Peña, con datos del Sergas, este umbral se traspasó ayer. Se ha disparado desde el 1,54% en el que estaba el pasado miércoles. Si bien es cierto que los análisis diarios se han recortado a menos de la mitad, desde que el sábado se hicieron más de 1.200,

Tampoco es buena noticia el nuevo pico alcanzado en los infectados que precisan atención especializada. El miércoles eran 30 los pacientes ingresados en los hospitales vigueses, la cifra más alta desde mayo. Y nueve de ellos permanecían en cuidados intensivos.

A Vigo y Tomiño, como municipios más afectados en estos momentos por la expansión del SARS-CoV-2, se sumó ayer Cangas. Los tres están en alerta naranja en el mapa de incidencia acumulada en los últimos siete días, que publica la Consellería de Sanidade.

También empeora la situación de Gondomar, que pasa del verde al primer nivel de alarma, el amarillo. En él permanecen Nigrán, Redondela, Mos, O Porriño y Salceda.

Por otra parte, los positivos entre los estudiantes y docentes de centros de Infantil, Primaria y Secundaria de la comarca se elevan a 70. Los siete registrados entre alumnos del instituto de Tomiño y los cuatro en el de Beade, son las cifras más altas en un mismo centro.

El rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, informó ayer de que en la plantilla hay dos personas diagnosticadas con el nuevo coronavirus y "un número de casos muy bajo en el alumnado", que no especificó. Después del cribado voluntario entre todo el personal, que se saldó con cero casos, la institución realizó la primera remesa de pruebas aleatorias entre el alumnado, que repetirá de forma periódica. Tal y como había anunciado, las empleará para contribuir al esfuerzo de la Consellería de Sanidade en el control de la expansión de la pandemia. Por ello, seleccionarán aquellos entornos más castigados por el Covid-19 para buscar positivos asintomáticos. En este caso y, dada la incidencia en Ourense, le ha dado prioridad a este campus.

La Universidad informa de que estos días se está realizando la toma de muestras para analizarlas de forma agrupada con el sistema pooling en cinco centros de los tres campus. El mayor número de test, 200, se realizaron entre el alumnado de prácticas de las facultades de Derecho. Otras 150 pruebas fueron en estudiantes de los grados de Educación Infantil y Primaria, así como de Trabajo Social. En Vigo, se optó por la facultad de Filología y Traducción. En Pontevedra, por Fisioterapia y Bellas Artes. Las muestras son procesadas por el Instituto de Investigación Biomédica Galicia Sur.