El alcalde de Vigo, Abel Caballero, expresó ayer su satisfacción por el resultado de la reconversión del Hospital Xeral, en la que el Concello "ha cooperado en todo lo que se le pidió" y felicitó al arquitecto Alfonso Penelas por esta obra "colosal, que me encanta, con un diseño fantástico". No obstante advierte de que la actuación debe incluir el acondicionamiento de las cuatro calles perimetrales por lo que ofrece a la Xunta firmar un convenio de cooperación para abordar la mejora del entorno con una aportación del 50% por administración, de modo que "toda la "zona esté a la altura de esta gran obra".

Además, señala que las nuevas dotaciones judiciales estarán "incompletas" si no se culmina el proyecto municipal de instalar las rampas de la Gran Vía para facilitar la movilidad desde Urzáiz y el resto de la zona baja de Vigo, lo que evitaría el uso de vehículos y, por tanto, el aparcamiento".

Tras afearle a Feijóo la "descortesía" de no ser invitado a la visita de ayer, subrayó que si esas rampas no se pueden instalar en toda la calle (algunos tramos están bloqueados por informes negativos de Patrimonio) habrá "un problema muy serio" porque "faltarán los accesos". Caballero atribuye esa paralización a una decisión "política" de Feijóo".