Las visitas que han llegado a Vigo con motivo del puente festivo del Pilar parecen estar detrás del aumento de los nuevos casos de Covid-19 detectados y, por tanto, de que la ciudad haya alcanzado el nivel naranja de alerta en la incidencia acumulada -nuevos diagnósticos- en la última semana. Esa es la sospecha que trasladan fuentes oficiales del Servicio Galego de Saúde (Sergas), tras constatar el sábado un aumento en el porcentaje de pruebas PCR con resultado positivo.

Sanidade no ofrece los datos concretos de por qué Vigo alcanza el segundo de los tres niveles de alerta en el mapa de incidencia acumulada -nuevos diagnósticos- en la última semana. Descarta dar la cifra precisa de casos detectados al considerarla una información que puede afectar a la protección de datos en municipios pequeños. De ahí que solo ofrezca horquillas amplias. Así, indica que la urbe olívica se pinta de naranja porque, en los últimos siete días, entre 166 y 332 habitantes dieron positivo en las pruebas PCR. Para poder compararlo con otras ciudades, esto se traduce en entre 56,5 y 113 nuevos casos por cada cien mil habitantes, una tasa muy similar a la que tienen A Coruña y Lugo, que están en el mismo nivel de alerta.

Mientras que en los municipios de más de 50.000 habitantes Sanidade aplica un coeficiente en función de la población, en los pequeños usa márgenes fijos. Así, Tomiño está en alerta naranja desde el domingo por localizarse entre 14 y 21 casos en los últimos siete días. Otros cuatro municipios permanecen en el primer peldaño de alerta, en amarillo -de siete a 13 diagnósticos-. Son Cangas, O Porriño y Mos, que llevan así cuatro días, así como Redondela, que dio el primer aviso hace dos. Los otros 20 siguen en verde, con menos de siete casos.

"Siempre hay un aumento de transmisión asociada con los puentes", destaca el Área sanitaria de Vigo y lanza un mensaje a todos aquellos que vengan de visita: "Que se hagan la PCR y que tomen las medidas necesarias para evitar brotes familiares y entre los grupos de amigos".

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, reprocha que el Concello no tiene información concreta de la Xunta, más allá del sistema de alerta por colores en base a unos márgenes amplios de positivos. Señala que el Gobierno local está atento a la evolución de la situación epidemiológica y recomienda "prudencia, mucha atención y cumplimiento de las normas".

Que Vigo o Tomiño estén en alerta naranja no implica necesariamente la implantación de restricciones. Esta mapa de niveles de alarma solo es una herramienta que Sanidade ha puesto a disposición de la ciudadanía para responder a la demanda de información por cada municipio y que se pueda seguir su evolución a través de horquillas de incidencia acumulada. Este último es solo uno de los parámetros que el departamento autonómico emplea para decidir si es necesaria la adopción de medidas. De hecho, hay concellos en alerta naranja con restricciones -como Pontevedra, Marín, Vilagarcía o Lugo- y otros que no -como A Coruña, Oleiros, Culleredo, A Laracha o Narón-. Incluso hay uno en rojo, Arteixo, sin limitaciones, aunque aún alcanzó este nivel ayer. Es el comité clínico el que, dos veces a la semana, analiza todos los datos de los que dispone y toma una decisión.

La situación epidemiológica del área viguesa lleva cinco días empeorando, con cifras de nuevos casos que han marcado máximos en esta segunda ola. El domingo, sin embargo, los nuevos diagnósticos informados por Sanidade en todo el área solo fueron 24, frente a los 62 del sábado o los 51 que se registraron el miércoles y el jueves. Si bien es cierto que ese día solo se realizaron 468 test PCR, poco más de un tercio que el día anterior. El número de pacientes en fase activa de la enfermedad solo sube en tres -hasta 467-, porque también se produjeron 21 curaciones. Otra mala noticia es el aumento en cuatro del número de ingresados, hasta 25, y 6 de ellos están en unidades de cuidados críticos.