El área sanitaria de Vigo ha vivido el mayor repunte en la expansión de la pandemia, en los tres últimos días, con 132 nuevos diagnósticos. Aunque en la última jornada, en la del viernes, ya se produjo un descenso en las detecciones -30 frente a los 51 de la dos anteriores-. Este pico llegó justo después de seis días de caída en el número de pacientes en fase activa de la enfermedad, la mejor racha desde principios de septiembre. Así que, a la espera de saber en qué dirección continúa la curva, los datos globales de la última semana no son demasiado malos y la viguesa sigue siendo la segunda área gallega en mejor situación, con menos de la mitad de infectados activos por cada cien mil habitantes que la media de la comunidad: 77 frente a 164.

Si bien es cierto que Ourense -con 484 contagiados por cada cien mil residentes- eleva la media gallega, solo Ferrol está mejor que Vigo -con 64- y el tercero en mejor posición se sitúa ya algo lejos: Santiago, con 130. A Coruña y Lugo han ido mejorando poco a poco su coyuntura -con 135 y 146 respectivamente-. Mientras que el área pontevedresa, junto a la ourensana, es la única que presenta un peor dato que la media de la comunidad -185-.

Los mapas de niveles de alerta por municipio elaborados por la Consellería de Sanidade, cambiaron ayer. En el elaborado en base a la incidencia acumulada -los nuevos casos detectados- en los últimos siete días, en el área sanitaria viguesa se mantienen cinco municipios en el nivel 1 de tres de alarma. El amarillo. Pero no son exactamente los mismos que el día anterior. Permanecen Vigo -con entre 83 y 166 diagnósticos en la última semana-, Cangas, O Porriño y Mos -con entre siete y 14-. Mejora la situación de Ponteareas, que se pinta de verde, con menos de siete casos. En cambio, empeora la de Tomiño, que entra en el primer peldaño de alerta.

Este empeoramiento en Tomiño se observa también en el listado de la Consellería de Educación y Cultura sobre lo casos detectados entre el alumnado y el profesorados de los centros educativos. El jueves había dos positivos registrados en el instituto Antón Alonso Ríos. El viernes ya eran 7. Según la alcaldesa, Sandra González, el origen está en un encuentro de un grupo de alumnos fuera de las instalaciones del centro. Esperan acabar el rastreo de todos sus contactos antes del martes para reabrir el martes las aulas con todas las garantías. En el CEP Caselles Beltrán, del mismo municipio, también hay un caso.

La de Vigo es la única área gallega sin ningún municipio en color naranja. Pero si se mide la situación por el número de concellos en alerta, las de Ferrol y Lugo solo tienen uno cada uno -Narón y la capital lucense-, ambos en nivel 2.

Los 30 nuevos casos detectados el viernes en el área viguesa, casi se compensaron con las altas concedidas (28), por lo que los contagiados en fase activa de la enfermedad solo subieron en dos, hasta los 435. Bajan en uno, hasta los 21, los que requieren cuidados especializados. Y permanecen tres en las unidades de cuidados críticos.

No se ha producido ningún nuevo fallecimiento desde el martes, pero la cifra ha variado. El Sergas la ha actualizado retirando tres decesos que atribuye a otras áreas sanitarias, por lo que el total está en 137.

En total, desde el inicio de la pandemia, en el área viguesa se han detectado 3.758 infecciones por el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2. Esto significa que ha habido un diagnóstico por cada 150 habitantes. Solo Ferrol tiene un ratio mejor: 1 por cada 154. En el extremo contrario se sitúa Ourense, con un caso por caso por cada 65 residentes. La media de la comunidad es, hasta el momento, de un contagio por cada cien gallegos. Lugo y A Coruña, las otras dos áreas en las que hubo focos importantes en esta segunda ola, presentan ratios peores: de uno por cada 95 y uno por cada 78, respectivamente.

En cuanto a los contagios por Covid-19 vinculados a centros educativos, según el lista de la Xunta, la semana se cierra con un ligero aumento en el área sanitaria viguesa.