El del ocio nocturno es uno de los tantos sectores que están heridos de muerte por culpa de la pandemia. La Xunta decretó a mediados del pasado mes de agosto su cierre obligatorio al considerar que esta práctica no es compatible con la situación epidemiológica actual marcada por el coronavirus. Desde entonces, la cascada de pérdidas económicas de estos locales parece no tener fin. No obstante, algunos de ellos han encontrado en sus caseros los mejores aliados para paliar este momento. Y es que los dueños de los inmuebles que acogen establecimientos se han solidarizado en muchos casos, perdonándoles el pago del alquiler mientras estén cerrados o, en otros, ofreciéndoles una importante rebaja. A José Luis Asenjo, por ejemplo, empresario del ocio nocturno vigués con tres locales en la ciudad (la discoteca Tokyo y el Gran Gatsby en el Arenal y La Radio en Churruca) le han perdonado la renta mensual en dos de ellos. "Económicamente estamos al límite al generar únicamente pérdidas, y algunos de los caseros me están echando una mano", afirma el empresario. Como en el resto de establecimientos de este tipo, sus empleados están en ERTE a la espera de novedades.
Muchos de esos arrendadores que se están solidarizando comprenden la situación por la que están pasando estos locales, que permanecen cerrados al solo poder funcionar como discotecas o pubs ya que no están habilitados ni tienen licencia para otro tipo de actividad. A Svetlana Karpina, propietaria de The Hall, establecimiento de ocio nocturno del Arenal, su casero le ha condonado la renta mensual de septiembre. Pero ella no sabe lo que pasará en un futuro. "Si esto se alarga, no sé lo que podrá pasar... No creo que si tenemos que estar cerrados hasta mediados del año que viene nos vayan a perdonar el alquiler todos los meses", asegura. Hay dueños de discotecas, no obstante, al que sus arrendadores no les están perdonando un euro de ese alquiler.
Cada caso es un mundo, pero tal y como apuntan los empresarios del ocio nocturno, todo depende de si el casero necesita esa renta mensual para subsistir o es únicamente un plus en sus ingresos económicos. Hay que tener en cuenta que los alquileres de este tipo de locales, especialmente en el Arenal, se van a los varios miles de euros al mes. Ahora la sangría para los que no están teniendo que pagar esa renta mensual viene por otro lado: el pago de agua, electricidad, alarmas... "Siempre hay gastos fijos que están ahí, e ingresos no estamos teniendo", recuerda Svetlana Karpina.
El ocio nocturno vigués, al igual que el del conjunto de Galicia, está ahora aguardando por las ayudas anunciadas por la Xunta para este sector. El plan de reactivación anunciado recientemente por el gobierno gallego y que está destinado a los negocios que se vieron obligados a cerrar (discotecas, pubs, cafés espectáculo o salas de fiesta) incluye precisamente ayudas para el alquiler, la celebración de conciertos o el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Lo que no parece que sirva siquiera como "tabla de salvación" es la posibilidad de una reapertura provisional como cafeterías diurnas, como se plantea, por ejemplo, en Lugo. José Luis Asenjo, de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) y Samuel Pousada, presidente de la Federación Gallega de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas, coincidieron ayer en señalar que esa solución "no es rentable, en muchos casos inviable, incluso con difícil encaje jurídico y absurda para grandes locales". Asenjo duda de que haya establecimientos en Vigo que se sumen y Pousada lo desaconseja para sus asociados.
