El Concello ya tiene diseñado el protocolo para estas fiestas navideñas y planificada su puesta en marcha desde finales de mes, todo ello adaptado a la situación concreta de la pandemia en cada momento. Lo que está claro es que se ampliarán los espacios peatonales para que los ciudadanos puedan mantener las distancias de seguridad. "Se peatonalizarán calles enteras, con un plan específico durante los cincuenta días de actividades, en las horas importantes", explicó ayer Abel Caballero.

Y lo mismo ocurrirá con el tren turístico o la noria, donde habrá limitación y control de aforo mediante la instalación de vallas y marcas en el suelo. El tradicional árbol se colocará esta vez en Policarpo Sanz por las obras en ejecución en la Porta do Sol, porque estaremos en obras.

Caballero ha dejado claro que "Vigo no puede prescindir de esta fiesta" y anuncia más sorpresas. Quizás una de las más llamativas, por la incertidumbre acerca de su composición, será la Cabalgata de Reyes de la tarde del 5 de enero. "Va a haber Cabalgata, distinta y diferente. Se llama igual pero todo será diferente", dijo Caballero, que no quiso ofrecer más datos.

El streaming para llevar la navidad viguesa a todo el mundo, en el peor de los casos sanitarios, es otra opción que se baraja.