Cinco años y diez meses de prisión. Esta es la pena que aceptó ayer Manuel A., de 43 años, por la muerte de su padre durante las navidades de 2018 en la parroquia de Sárdoma. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, tras la lectura de la sentencia in voce, le aplica al parricida las atenuantes muy cualificadas de alteración psíquica y confesión, así como la agravante de parentesco.

Esta conformidad entre el acusado y la Fiscalía redujo considerablemente la pena que el Ministerio Público pedía en su escrito de conclusiones previas, un total de 11 años y medio de prisión por un delito de homicidio. De igual modo también evitó la celebración del juicio que se realizaría por jurado popular, cuyos miembros ya no fueron directamente convocados.

Manuel A. se encuentra en situación de prisión provisional prácticamente desde el momento de los hechos, cuando fue arrestado tras confesar el crimen a los pocos días del descubrimiento del cuerpo de su padre por un vecino de la zona.

Los hechos se remontan a las 07.00 horas de la mañana del 27 de diciembre de 2018, cuando padre e hijo se encontraban en una finca común en la que convivían. Tal y como se recoge el escrito de la Fiscalía que el acusado reconoció, éste le propinó varios golpes a su padre. Tras el ataque, Manuel A. arrastró el cuerpo de su progenitor a un cobertizo abandonado y se marchó a trabajar.

El cadáver del octogenario permaneció allí tres días, atado de pies y manos y cubierto con distintas telas y bolsas. No sería hasta tres días después, el día previo a Fin de Año, cuando tras colocar el cuerpo de su padre, Manuel Alonso Rivas, de 81 años, en una carretilla lo trasladó desde su vivienda a una finca forestal situada en Camiño Portillón, donde lo depositó y lo cubrió con ramas y cañas para dificultar su hallazgo y localización. Su detención se produjo el 10 de enero tras el registro del domicilio y su posterior confesión.

Reconstrucción

Una de las peculiaridades en la investigación judicial y policial de este caso fue una diligencia poco común en el juzgados de Vigo, probablemente la primera vez que se da: la reconstrucción del crimen. Fue el pasado 8 de mayo de 2019 cuando la comisión judicial integrada por juez, letrada de la administración de Justicia y las dos fiscales, se personaron junto al entonces investigado en su domicilio de Sárdoma para recrear los hechos.