El auge de las TIC cambió por completo la concepción de las relaciones y el trabajo pero también afinó el modus operandi de muchos delincuentes. Esta conclusión se extrae de la Memoria del año 2020 de la Fiscalía Provincial de Pontevedra -de la que depende la Fiscalía del Área de Vigo-; que alerta de "situaciones de riesgo" que se producen a través de las redes sociales tales como el robo de datos, información, plagios o incluso suplantación de la identidad. Estos -y otros- delitos informáticos experimentaron en el último año un crecimiento del 115% en la provincia, pasando de 76 litigios en 2018 a los 164 registrados a lo largo del año pasado.

Uno de los asuntos que más preocupa al Ministerio Público es el auge de la cesión de los derechos de propiedad intelectual (plagiar, distribuir o publicar una obra literaria, artística o científica sin la autorización de los titulares). De los datos de la Memoria se desprende que los procedimientos de esta naturaleza, contenidos en el artículo 270 del Código Penal, pasaron de tan solo uno en 2018 al medio centenar de pleitos en 2019; convirtiéndose en el segundo delito informático más común en los tribunales de Vigo y otros puntos de la provincia. Encabezando esta tipología delictiva se encuentran las estafas, done muchos de sus denunciantes son víctimas de técnicas como el phising (método que los ciberdelincuentes utilizan para engañar y conseguir que se revele información personal, como contraseñas, datos de tarjetas de crédito o de la seguridad social y números de cuentas bancarias, entre otros).

Junto a estos dos tipos de delitos informáticos, también habituales -y sobre los que la Fiscalía hace espacial hincapié- son los ilícitos de distribución de pornografía infantil. En este caso, prácticas como el sexting (envío de mensajes de contenido sexual) o la sextorsión ( estafas a través de Internet con un trasfondo de contenido sexual) también han ido en aumento en la provincia. También a lo largo del año pasado, una veintena de adolescentes presentaron denuncias por acoso a través de internet o, preferentemente, redes sociales.

Juicios

Este auge de los delitos informáticos no rompe la tendencia en la carga de trabajo de la Fiscalía, aunque a un ritmo notablemente inferior. Según se desprende de la Memoria, se incoaron cerca de 34.000 procedimientos y se dictaron 2.323 sentencias. Otra modalidad que poco a poco se está convirtiendo en tendencia es la preferencia por la conformidad entre las partes, denunciado, denunciante y Fiscalía.

Así, la mitad de los fallos dictados por las salas penales son fruto de un acuerdo o pacto: 1.230 en total. Esto implica el reconocimiento de los hechos por parte el acusado evitando así la celebración del juicio. En este año, y para tratar de agilizar los procedimientos pendientes o suspendidos por el Covid-19, fueron muchas las salas que optaron por esta medida.