En Vigo causó gran expectación la llegada del Lutetia, un gran barco que llegaba por primera vez a la ciudad y que anunciaba su presencia cada dos semanas. Cubría la ruta entre Burdeos y Buenos Aires para la Compañía Sud Atlantique, una de las más grandes y prestigiosas de aquella época. Tenía escalas programadas en Vigo, Lisboa, Río de Janeiro y Montevideo. El Decano informaba ampliamente sobre la grandeza del buque. Según el relato, disponía de espacios similares a calles y avenidas para que los pasajeros se pudiesen desplazar con comodidad, además de varios comedores, salón de fumadores, salas de juego y otra muy grande y espaciosa para espectáculos musicales y de teatro. El Lutetia tenía un registro bruto de 18.000 toneladas, contaba con una tripulación de 400 marineros y podía transportar más de 800 pasajeros. La compañía francesa disponía de otro barco todavía de mayor tamaño, el Mesilla, que tenía previsto llegar a Vigo en las siguientes semanas, según anunciaban los armadores.
