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Empresas y sindicatos, sobre la candidatura de Vigo a una planta de baterías: "Es el momento"

Defienden la iniciativa de Zona Franca, alineada con la estrategia de una Europa sostenible y verde, ante el próximo reparto de fondos - Regades: "Llegaremos hasta donde sea necesario"

Dos operarios de PSA ensamblan varias celdas de ion-litio en el taller de baterías de Balaídos. // C. Prieto

"Es el momento". Empresarios y sindicatos coinciden: el área de Vigo reúne las condiciones necesarias para acoger una gran planta de baterías para el vehículo eléctrico y el proyecto, relanzado ahora por la Zona Franca con el apoyo del Concello tras la experiencia frustrada hace más de diez años con GS Yuasa-Mitsubishi en la Plisan, encaja en la nueva estrategia de una Europa verde y sostenible, por lo que tendría opciones en el próximo reparto de fondos comunitarios junto con los otros tres programas transformadores que impulsa la Xunta: el hidrógeno verde, la viscosa y el biogás. El delegado del Consorcio, David Regades, considera que la electrificación del sector del automóvil exige que sí o sí "tendrán que llegar nuevos proyectos industriales al área de Vigo" que contarán con todo el apoyo de Zona Franca: "Llegaremos hasta donde sea necesario". El alcalde, Abel Caballero, se suma a la reivindicación y asegura que Vigo "reúne todos los requisitos para contar con una fábrica de baterías". "Es empleo, es el futuro, es la automoción y lo vamos a intentar", garantiza.

Aunque España ha quedado fuera del programa para crear un gigante europeo de las baterías -liderado por Francia, Alemania y otros cuatro estados miembros-, los agentes sociales no dan por perdida la batalla por una planta de baterías; al contrario, ven serias opciones ya que el área de Vigo reúne toda una serie de condicionantes para acoger una instalación de esas características. El secretario general de Asime, Enrique Mallón, cita tres en particular: una industria local "amplia y competitiva", la proximidad a Portugal, con el que se configura un polo ibérico; y el acceso a uno de los recursos clave para las baterías: el litio, tanto al otro lado de la frontera como en la propia comunidad gallega. Ante esto, no tiene dudas: "Los recursos públicos deben ponerse al servicio de la atracción de inversiones, y ahora es buen momento dado que se podrían articular ayudas en torno a los fondos de reestructuración europeos".

Lo mismo opina el presidente de los empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, que ve el proyecto de Zona Franca "totalmente alineado con la estrategia europea" y en este caso "con un sector estratégico y de futuro para Galicia" como es la industria de la automoción. "Al igual que otros proyectos tractores como el de hidrógeno verde o el de viscosa, este debe ser unos de los proyectos a presentar a los fondos europeos", reclama Cebreiros, que defiende un modelo de colaboración público-privado para conseguirlo. "Sin duda es una gran iniciativa para nuestro territorio, y desde la Confederación de Empresarios de Pontevedra contará con nuestro total apoyo", apunta.

Los sindicatos también defienden la candidatura viguesa. Rubén Pérez, recién reelegido secretario xeral de UGT-FICA en Vigo y trabajador del Grupo PSA, argumenta que la automoción está en un proceso de "electrificación imparable" y que Galicia "no puede perder ese tren". "A iniciativa de Zona Franca é acertada e debe de contar con todo o apoio necesario para converter esta aspiración nunha realidade. Temos que pasar dos eslogans ós feitos á hora de apostar pola industria", sostiene. En la misma línea, Celso Carnero, responsable de CC OO Industria en Vigo y también trabajador en una empresa del auto (GKN), considera que es "fundamental" conseguir este proyecto industrial que "nos permita engancharnos al vehículo eléctrico, que ya no es futuro, es presente". "Por eso hacemos un llamamiento a todos los actores para que pongan de su parte lo necesario para conseguir esta inversión, muy importante para la comarca", remarca.

La candidatura que impulsa Zona Franca exhibirá el potencial vigués a los proveedores de celdas de ion-litio del Grupo PSA, firmas chinas como CTAL, SVOLT o BYD, pero también a otros grandes fabricantes mundiales de baterías, ya que la planta a la que aspira el Consorcio podría abastecer a la vez a varios constructores de coches, no solo a PSA. Regades está convencido de las posibilidades del proyecto por las sinergias que pueden aunar el Consorcio, el Concello, la Diputación y el Gobierno de España.

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