En las últimas semanas, la lluvia y el viento no han dejado de hacer acto de presencia en el cielo vigués pero ha sido en la noche del jueves al viernes cuando mayores consecuencias propiciaron. Desde caída de árboles en calzadas y aceras hasta el desprendimiento de cascotes de fachadas, las incidencias a las que tuvieron que hacer frente efectivos de la Policía Local y Bomberos son múltiples.

Una de las más aparatosa tuvo lugar poco antes de la noche, en el Centro Comercial Coia 4 presuntamente por un cortocircuito. En torno a las 20.00 horas comenzaron a producirse unas pequeñas explosiones en un cuarto de contadores y el humo empezó a invadir la plaza. La situación obligó al desalojó el lugar. Los bomberos del parque de Balaídos acudieron hasta el punto por la humareda generada, que no derivó en in incendio mayor.

En la mañana de ayer, los puestos seguían sin poder abrir al público ya que el problema eléctrico no se había subsanado. "Todo apunta al cortocircuito, no sé si por las lluvias. Estamos a la espera de los peritos para que evalúen la situación. Para los negocios es una faena", comentaba uno de los responsables del centro Coia 4.

Junto a esta salida, los bomberos también tuvieron a acudir a otras intervenciones de naturaleza variada: caída de un tendido eléctrico, desprendimiento de parte de una fachada, varios árboles derribados por la acción del viento... Un total de doce salidas, ninguna de grandes consecuencias.

En cuanto a la Policía Local, el turno de noche atendió también una decena de incidencias la pasada noche. Por un lado, en la carretera de Zamáns había un árbol caído sobre un carril de circulación que tuvo que ser retirado; en subida a Madroa, otro árbol sobre la calzada obstaculizaba el tráfico; en la calle Doctor Antón Beiras con Travesía de Vigo, un árbol a punto de caer; en la carretera de Fragoselo, varios árboles caídos también precisaron de intervención policial; en la calle Aragón, un árbol ornamental roto cayó encima de un vehículo estacionado causándole daños; por otro lado, el báculo de semáforo estuvo a punto de caer en Álvaro Cunqueiro con Avenida de Camelias; también se desplazaron hasta Paseo de Alfonso XII por la caída de trozos de fachada en la vía pública; pareja situación en calle Elduayen por el desprendimiento de cascotes de ladrillos de una fachada así como contenedores desplazados en diferentes puntos de la ciudad.

Ya bien avanzado el día, el volumen de incidencias fue prácticamente inexistente.