En su primer año de vigencia, la modificación del concierto que une al Sergas y el Hospital Povisa, parece haber dado algunos frutos para el centro de la calle Salamanca. Sus cuentas han mejorado notablemente el rumbo a lo largo de 2019, tras registrar el año anterior su peor resultado, con siete millones de pérdidas. Según lo que la Dirección ha trasladado al comité de empresa, estas se han reducido a menos de la mitad en el último ejercicio, en el que superan en algo los tres millones de euros.

Povisa consiguió eludir el concurso de acreedores en diciembre de 2018 gracias a este cambio en el concierto por el que pasa a cobrar 35 euros menos por cada tarjeta pública asignada -505 euros-, pero el Sergas se hace cargo de la medicación ambulatoria y de los fármacos de alto impacto. Han supuesto ahorros de varios millones. Facturó a Sanidade unos 76 millones y, a mayores, las atenciones en servicios como el maxilofacial, que el Chuvi no tiene. En gastos, consumió un millón más en masa salarial.

Relevo en Gerencia

El grupo Ribera Salud, que se hizo con el centro nueve meses después de evitar el preconcurso, ha relevado a la gerente de Povisa durante los últimos tres años, María Luisa Brandt, que se despidió ayer de la plantilla con una carta en la que explica que su función ya no tiene cabida "en el nuevo esquema de gobernanza". "Entré en una empresa que atravesaba una situación económica límite y salgo de ella con la tranquilidad de que se queda con un esperanzador futuro", explica esta ingeniera, procedente de Galaria. Le sustituye "en funciones· el director operativo de Ribera Salud, José David Zafrilla.