Un robo ocurrido en pleno confinamiento cuya investigación policial ha dado sus frutos cinco meses después. La Policía Nacional detuvo este martes en Marín a cuatro hombre, dos hermanos de 24 años y dos individuos más de 51 y 69, como presuntos autores y cómplices del asalto que sufrió un matrimonio octogenario en su piso de la Travesía de Vigo.Haciéndose pasar por médicos que iban a suministrarles un tratamiento preventivo contra el coronavirus, lograron supuestamente acceder al piso, donde drogaron a los ancianos con benzodiacepinas -medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes- y les robaron 3.000 euros, entre otros efectos.

Los arrestados pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Vigo, de guardia, cuyo titular decretó su libertad provisional, con la obligación de comparecer en los juzgados una vez a la semana, junto a la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional. Los más jóvenes, residentes en Marín, declararon y negaron los hechos: manifestaron que no estuvieron en Vigo el día del asalto. Los más mayores, de Madrid, habrían dicho a su entorno que estaban en Marín ya que les sorprendió el confinamiento. A los detenidos les constan, entre todos, 59 arrestos anteriores. Los mayores son los que suman más antecedentes.

Los hechos se produjeron el 8 de abril a las 20.00 horas en un piso de la Travesía de Vigo donde vive un matrimonio. El marido relató que el día anterior había recibido una llamada, en la que un varón le informaba que telefoneaba desde el hospital para indicarle que al día siguiente se pasaría el médico por su domicilio para darle un tratamiento preventivo contra al Covid 19.

Efectivamente fueron a la casa. Un varón timbró y se presentó como médico. El octogenario, ya en el salón, vio a dos hombres con batas y mascarillas que daban pastillas a su esposa. Minutos más tarde la mujer perdió la consciencia y uno de los falsos sanitarios obligó al marido a ir al sofá, y atándolo, le preguntó donde guardaban el dinero, mientras el otro registraba la casa.

El anciano explicó que solo recordaba que los dos ladrones se fueron y que después descubrió la desaparición de su cartera y 3.000 euros que guardaba en su cómoda. Logró quitarse las ataduras y atendió a su esposa, que seguía inconsciente. Y fue al rellano a pedir ayuda a los vecinos. Ambos fueron ingresados en el Álvaro Cunqueiro.