Los positivos siguen en ascenso. El área sanitaria de Vigo sumó ayer 40 nuevos diagnósticos. Es un nivel alto. Es la tercera vez desde el 7 de mayo que se alcanzan las cuatro decenas y las tres fueron en los últimos cinco días. A simple vista, parece indicar un empeoramiento de la situación, pero los expertos apuntan a otras señales que dan pie a la esperanza: el goteo de pacientes que necesitan ingreso va a menor ritmo.

Resaltan que los ingresos se están conteniendo y, tras alcanzar un pico de 23 hospitalizados, el pasado 15 de septiembre, incluso han descendido algo. De hecho, en el último parte emitido por el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que corresponde al lunes a las 14.30 horas, los pacientes ingresados bajan en uno con respecto al día anterior y se sitúan en 18 -14 están en el Álvaro Cunqueiro, uno en Vithas Fátima y 3 en Povisa-.

Los especialistas sostienen que cuando aumentan los positivos pero, al mismo tiempo, no hay muchos más ingresos, es un indicativo de que los rastreadores están haciendo bien su trabajo, llegando a las cadenas de transmisión y localizando a los asintomáticos. Aunque también admiten que hay un componente de suerte que entra en juego.

Otra de las buenas señales es la reducción de los pacientes más críticos. Según el último comunicado, en el área solo hay tres frente a los siete que ha llegado a tener hace cinco días.

Por otra parte, en las residencias sociosanitarias del área sanitaria de Vigo se han detectado dos nuevos casos: un trabajador del centro de mayores Bellavista Care, de Nigrán y el segundo del geriátrico Santa Marta, de Vigo. No hay ningún residente afectado, pero sí otros empleados en Doral Residencias, en Mos(2), en la CRAPD Vigo I (2), en CRAPD Vigo II (1), en Albi-Beade (1) y en la de Chapela (1).