Los hoteles de Vigo tratan de resistir el temporal marcado por la pandemia del coronavirus en los últimos coletazos del peor verano de la historia para el sector. Según informó en rueda de prensa el alcalde, Abel Caballero, el nivel de ocupación alcanzado durante los fines de semana de septiembre superó el 40%: en la primera fue de un 50%; en la segunda, del 38%; y en la tercera bajó hasta el 32%. En el caso de algunos establecimientos, especialmente, los de mayor categoría, el porcentaje escaló hasta el 60%. El total del mes se quedó en el 37%.

"Es una buena ocupación para el momento que atravesamos; es septiembre y los grandes espacios turísticos del mundo están desiertos. Vigo está comportándose mucho mejor que algunos lugares de toda Galicia y España", señaló el regidor para poner en valor la situación que vive la primera ciudad de Galicia en un gremio que sirve de termómetro para conocer la afluencia de turistas acabada la temporada estival.

Caballero llamó al respeto por la normativa del Covid-19 y reiteró a la Xunta de Galicia la petición de información sobre la evolución de la pandemia en Vigo para poder "mantener lo mejor posible la situación de la ciudad". Sobre este aspecto, ya se había pronunciado el pasado lunes el primer edil para anunciar que remitirá una carta al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para solicitarle datos sobre la situación sanitaria concreta en Vigo. Caballero denunció que el gobierno gallego está "ocultando" esos datos a los ayuntamientos, a pesar de que estos deben tomar medidas de prevención y control. El regidor lamentó que desconoce el nivel de incidencia del Covid-19 en las diferentes zonas de la ciudad, lo que dificulta la actividad de control que llevan a cabo la Policía Local o la Protección Civil: "El alcalde de Vigo, de una de las grandes ciudades de España, no tiene información".

La Navidad es la esperanza

El sector hostelero, que padece con fuerza las consecuencias de la pandemia del coronavirus, pone la vista en la Navidad para aliviar los números de un año prácticamente perdido. Con la instalación de la iluminación ya en marcha desde agosto, el alcalde ha anunciado recientemente que la ciudad contará con un plan específico para evitar contagios. Por ahora, se sabe que repetirán presencia los principales elementos: el árbol gigante -que estará en Policarpo Sanz-, el muñeco de nieve, la esfera o la caja.