La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, inició ayer el juicio a puerta cerrada contra un padre acusado de abusos sexuales a una de sus hijas, de 5 años de edad. La Fiscalía, en su escrito de calificación provisional, solicita una pena principal de 11 años de prisión. Junto a esta condena, pide que se le prohíba aproximarse o comunicarse con la menor durante diez años, una década también de libertad vigilada una vez saliese de la cárcel, la privación de la patria potestad con respecto a la víctima y la inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de patria potestad, tutela, guarda o acogimiento por un plazo de 6 años.

La vista oral, celebrada sin público para preservar la intimidad de la menor, está prevista para dos jornadas. Junto a familiares de la niña, ayer en los pasillos judiciales esperaban para prestar declaración una pediatra que asistió a la víctima -según el escrito de la Fiscalía los abusos causaron una lesión leve a la menor- y también personas del entorno del acusado, por parte del cual también tenía previsto comparecer un detective privado.

Los delitos de tipo sexual no dejaron de crecer en Vigo en los últimos años, según evidencian las estadísticas de criminalidad que trimestralmente publica el Ministerio del Interior.