Un fenómeno que, al menos por el momento, sigue al alza. Se trata de los "fondos buitre", esas sociedades extranjeras que se dedican a comprar grandes paquetes de deudas a bancos y compañías telefónicas para después reclamar los impagos en la vía judicial. De hecho, ya son los que más usan el que sin duda es el litigio estrella en los juzgados de Primera Instancia, el denominado monitorio, un procedimiento a priori rápido y sencillo para instar el abono de deudas dinerarias. "El porcentaje es muy elevado, el 70 o 80% de los monitorios que nos están entrando los formalizan estos fondos", llegan a afirmar en un tribunal vigués de esta materia. Y la cuestión no es baladí, ya que entre enero y agosto, y pese a la larga parálisis judicial que causó el Covid-19, en Vigo se registraron más de 4.000 pleitos por la vía del monitorio. La friolera de 16 cada día.
Los "fondos buitre" adquieren créditos de todo tipo a precios de saldo: se los compran a bancos, a compañías telefónicas, a financieras que trabajan con tarjetas ... Y después litigan contra el deudor en los juzgados para cobrar ese dinero. El monitorio -el ordinario o el denominado europeo- es una de las fórmulas que más utilizan. Ante esto, el demandado tiene varias opciones. Si abona la deuda, se zanjará el procedimiento. Si no paga pero tampoco se opone también habrá ganado la batalla el fondo, ya que en ambos supuestos se declarará terminado el proceso y pasará a la vía de ejecución, mediante la cual la sociedad litigante podrá intentar el cobro mediante el embargo de bienes, nóminas, etc.
Pero el deudor puede plantar batalla a la sociedad extranjera, oponiéndose a la petición del monitorio. Aunque el éxito no está asegurado, en Vigo por ejemplo ya hubo muchos ciudadanos que han conseguido ganar esta pugna judicial. "Hay que estudiar caso por caso, pero ya se ha conseguido que los juzgados archiven causas de estas características al no haber acreditado correctamente el fondo la cesión del crédito o por no haber justificado documentalmente la cuantía de la deuda", explica el abogado David Alfaya. Hay también otra vía, la de alegar usura o falta de transparencia en las comisiones e intereses aplicados en el crédito, de manera que se consigue reducir de manera considerable la deuda.
Tras los "fondos buitre", quienes más suelen utilizar los monitorios para tratar de recuperar cantidades impagadas son las comunidades de vecinos, para reclamar por ejemplo las cuotas mensuales que debe un propietario moroso. "En realidad, este procedimiento sirve para reclamar cualquier deuda siempre que esté acreditada documentalmente, por ejemplo con una factura", cuentan en un tribunal civil.
Datos
Concretamente, en los primeros ocho meses del año los juzgados de Primera Instancia de la ciudad registraron 3.851 monitorios ordinarios y otros 152 de los denominados europeos. Este último es un tipo de litigio creado en 2006 que se utiliza para exigir el cobro de deudas entre entidades o personas de distintos países de la UE. Aunque optan mucho más por la vía del ordinario, los fondos usan también esta figura más específica, dado que gran parte de ellos tienen sede en Malta o Luxemburgo.
Precisamente hace casi un año el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emitió una sentencia que permite a los jueces, en casos de monitorios europeos en los que haya consumidores de por medio, requerir y estudiar los contratos para comprobar de oficio si hay cláusulas abusivas en sus condiciones. Y fue la cuestión prejudicial elevada por un magistrado de Vigo, Eugenio Francisco Míguez Tabarés, la que dio lugar a esta resolución.
