La historia se repite, por desgracia, para PSA. La tormenta que afectó a buena parte de las Rías Baixas en la tarde del pasado jueves dejó un reguero de incidencias y averías en la mayor industria del sur de Galicia, que llegó a perder más de 400 coches por los microcortes de tensión generados en la red eléctrica de 132 kilovoltios que abastece al polígono de Balaídos y al conjunto de la ciudad, más vulnerable que la de 220 kV a las descargas de rayos sobre el tendido. El taller de embutición, por ejemplo, llegó a estar parado más de 4 horas, según ha podido confirmar este periódico.
Estos huecos de tensión, que duran milisegundos, generan importantes averías en el software y hardware de los talleres de PSA, lo que a la postre acaba afectando a la producción. La de esta semana ha sido una de las afectaciones más importantes que se recuerdan en los últimos años, ya que se dejaron de producir más de 400 coches en un momento crucial de altísima producción en Balaídos, que busca reducir los tiempos de entrega de sus vehículos.
En total, entre la tarde del jueves y la madrugada del viernes se registraron tres huecos de tensión, que dejaron averías en embutición (en los autómatas de las prensas y la línea de corte láser), en ferraje (instalaciones de soldadura, sistemas de transporte de carrocerías), en montaje (aerovías de transporte) y en pintura (se cayó totalmente el sistema de tratamiento de superficies e impactó también en las cabinas de pintado).
¿La solución a este problema habitual en épocas de tormenta? El enganche de la red viguesa a la línea de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño, como viene reclamando la fábrica ya desde 2013 y como ya viene contemplado en el plan de inversión plurianual de Red Eléctrica de España (REE). ¿Por qué no se hace? Porque el área de Vigo no genera por ahora un consumo suficiente para justificar esa inversión, que rondaría los 70 millones de euros, por lo que necesita una declaración de "excepcionalidad" por parte del Gobierno. Otras áreas como A Coruña sí disfrutan de enganche a 220 kV, pero no por el consumo urbano, sino de las industrias electrointensivas.
Esa declaración de "excepcionalidad" lleva años en el cajón de los sucesivos gobiernos desde 2015 sin que ninguno haya por ahora tomado una decisión. El enganche a la línea de Porriño, además de mejorar la fiabilidad del suministro a toda la ciudad, también permitiría abaratar la factura eléctrica de PSA, mejorando su competitividad.
