Los amantes del baile están de capa caída desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno decretase el estado de alarma. Desde entonces la imposición de las medidas de distancia interpersonal han puesto contra las cuerdas a actividades como la danza. Con el paso del tiempo y el relajamiento de las medidas de protección, se fue abriendo el grifo poco a poco al regreso de estas prácticas, pero a día de hoy se sigue sin poder bailar con contacto en las escuelas de danza de Galicia.

Cansados de esta situación, varios colectivos de Galicia convirtieron este sábado las calles de las principales ciudades en una pista de baile para pedir que les dejen volver a bailar pegados. "Vemos incoherente que personas convivientes puedan realizar multitud de actividades de contacto pero que dentro de las academias no puedan tocarse", explican.

La reivindicación en Vigo se hizo en la Porta do Sol, a los pies del Sireno, donde docenas de parejas bailaron agarrados y con mascarilla para demostrar que el baile es una actividad segura y necesaria.