El incendio declarado esta tarde en la sede del Celta en la calle Príncipe provocó una reunión difícil de imaginar por los sonoros desencuentros mantenidos en los últimos años por sus protagonistas, el presidente del club celeste, Carlos Mouriño y el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

Pero ambos aparcaron sus diferencias y juntos, y en compañía del director general del Celta, Antonio Chaves, estuvieron charlando sobre la evolución de los trabajos de extinción y la complejidad de la intervención de los bomberos por localizarse las llamas en el piso superior del remozado inmueble.

Una inesperada cita que según fuentes cercanas a ambos discurrió con total cordialidad y que atribuyeron "a lo que corresponde" esperar de dos personas preocupadas por todo aquello que afecte a la ciudad y a su equipo de fútbol.